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Recientemente, el Dane reveló que el PIB-real de Colombia se habría expandido a un ritmo del 2,8% anual durante el cuarto trimestre de 2018, levemente superior a las expectativas del mercado. Sin embargo, esta cifra tan solo alcanzó el valor piso del rango de pronóstico de Anif. Este comportamiento nos sorprendió negativamente, ya que la reducción de las bases de cálculo del Dane para 2017 debería haber arrojado una expansión del orden del 3,4%.
Esa expansión del 2,8% anual en el último trimestre implicó que la economía colombiana se expandiera al 2,7% anual para 2018. No obstante, ha pasado casi desapercibido el hecho de que buena parte de este “mejor desempeño” se explica por la revisión a la baja del PIB-real de 2017. En efecto, de haberse mantenido la recuperación esperada para 2018, el Dane debería haber registrado un crecimiento de 3,1% en 2018, pero ello no ocurrió.
Todo lo anterior indica que, durante 2018, la economía presentó una modesta recuperación. Así, Colombia continúa con crecimientos de solo un 2,7% anual en el promedio quinquenal, aún por debajo del potencial del 3%.
La preocupación es doble si se tiene en cuenta que, a pesar de haberse acelerado el ritmo de crecimiento económico, el mercado laboral continúa presentando un marcado deterioro, promediando un 9,7% en 2018 (vs. 9.4% en 2017). Más aún, en los primeros meses de 2019 el panorama luce cada vez más agreste, con un desempleo escalando al 12,8% en enero. Buena parte de este deterioro es directamente atribuible al error de haber incrementado el SML a ritmos del 6% para 2019. Además, la presión laboral proveniente de más de un millón de inmigrantes venezolanos agrava esta situación.
Como veremos, también luce engañoso el rebote de la inversión, pues aun cuando esta pareciera expandirse al 3,5% en 2018, al computarla a partir de la Formación Bruta de Capital Fijo (FBKF) se evidencia una desaceleración hacia el 1,1%. Sorprende que hasta el FMI pase por encima de estos hechos y nos hable de prontas aceleraciones del Producto, y de hipotéticos beneficios de la inmigración venezolana.
Análisis por la oferta
El crecimiento de la economía en el cuarto trimestre de 2018 estuvo liderado por: i) la construcción; ii) los servicios sociales; y iii) las comunicaciones. El sector de comercio, transporte y turismo registró una expansión del 2,9% anual en el último trimestre de 2018. Allí se destacó el incremento de turistas, pero preocupa todavía el pobre desempeño del comercio (2,5%). Las actividades financieras continuaron desacelerándose hacia el 2,7% anual en el cuarto trimestre de 2018. Allí pesó la débil expansión del crédito y la persistente morosidad. A ello se sumó el cúmulo de provisiones empresariales.
Así, en 2018 (como un todo) se tuvo un moderado rebote del PIB-real a ritmos del 2,7% anual. Los sectores líderes fueron las actividades empresariales, los servicios sociales y el comercio- transporte-turismo, mientras que los de peor desempeño fueron la construcción y la minería.
Análisis por la demanda
La demanda interna se aceleró hacia el 4,5% anual durante el cuarto trimestre de 2018. Allí, los tres componentes de gasto interno presentaron aceleraciones: i) el consumo público (5,7%); ii) el consumo de los hogares (3,5%); y iii) la inversión (FBKF), creciendo al 2,8% anual. Por su parte, los volúmenes importados registraron un crecimiento de 14% anual durante el cuarto trimestre de 2018, mientras que los volúmenes exportados se aceleraron hacia 3% en el período de referencia.
Durante 2018 (como un todo) se registraron resultados similares. En efecto, la demanda interna mostró algo de recuperación, creciendo a ritmos del 3.8%. Sin embargo, queda el sinsabor de que dicho repunte estuvo jalonado por: i) la mejor ejecución presupuestal del gobierno; y ii) un engañoso rebote de la inversión.
Conclusiones
Hemos visto cómo la economía colombiana viene registrando una modesta recuperación, pero sin que ello nos esté llevando siquiera a los valores de potencial de crecimiento del 3% anual. En efecto, esta se expandió a ritmos de solo un 2,8% anual durante el cuarto trimestre de 2018. Con ello, la economía colombiana creció a un agridulce 2,7% en 2018.
Habrá quienes seguramente encontrarán consuelo al saber que este crecimiento de 2,7% en 2018 para Colombia supera el pobre desempeño de América Latina, a ritmos del 1,2% en 2018. Sin embargo, al compararnos con nuestros pares de la Alianza del Pacífico, Chile (+3,9%) y Perú (+4%), nuestro desempeño del 2.7% deja mucho que desear.