MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
En Colombia, la población adulta mayor ha crecido significativamente, duplicándose de 7% en 1985, a 13% en 2020. La Ley 1221 de 2008 define a las personas de 60 años o más como adultos mayores y, según proyecciones del Dane, en 2024, Bogotá tendrá 1.223.441 adultos mayores, representando 16% de su población.
Este fenómeno, impulsado por un aumento en la esperanza de vida y la disminución de las tasas de natalidad y mortalidad, es conocido como envejecimiento poblacional. En un contexto como el nuestro, esto representa un desafío alarmante que requiere nuevos compromisos en políticas públicas.
A nivel mundial, se espera que la población mayor a 60 años crezca de 900 millones en 2015, a más de 1.400 millones en 2030, lo que representa un incremento de 64%. La esperanza de vida también sigue en ascenso, y se estima que para 2050 alcanzará los 77 años. En América Latina, el proceso de envejecimiento es más rápido que en otras regiones, y se prevé que para 2037 la proporción de adultos mayores superará a la de menores de 15 años.
A pesar de los avances legislativos y un marco político sólido, los adultos mayores en Colombia enfrentan dificultades significativas frente al acceso a derechos fundamentales. Según un informe de HelpAge International y la Pontificia Universidad Javeriana, en 2021 24% de los adultos mayores vivía en situación de pobreza monetaria y 45% se consideraba pobre.
Además, solo 25% de los adultos mayores recibe una pensión, y esta es inferior a su salario previo, lo que reduce sus ingresos, limitando su capacidad para cubrir necesidades básicas y afectando su bienestar emocional. En Bogotá, un reducido porcentaje de los adultos mayores tiene acceso a una mesada pensional que constituye su principal fuente de ingresos. De este grupo, cerca de diez mil forman parte del Fondo de Prestaciones Económicas, Cesantías y Pensiones - Foncep.
Por lo anterior, y con motivo de la celebración del mes del adulto mayor y el pensionado, es imperativo subrayar la importancia del envejecimiento en nuestro país. Esta tendencia demanda atención urgente en políticas públicas y en la conciencia colectiva. Los adultos mayores son parte vital de nuestra comunidad, aportando su experiencia y, en muchos casos, participando activamente en el mercado laboral.
Resulta crucial mejorar las condiciones de vida de los adultos mayores mediante un enfoque integral. Desde el Foncep, nuestra misión no solo incluye garantizar los derechos prestacionales, sino también crear un entorno que permita a los adultos mayores disfrutar plenamente de su pensión, promoviendo su bienestar en ámbitos sociales, económicos, culturales y recreativos. Por ello, el PDD “Bogotá, Camina Segura” los incluyó como beneficiarios de programas que fortalecerán su bienestar.
En conclusión, la población adulta mayor es una prioridad indiscutible. Es nuestra responsabilidad trabajar para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores, apoyando su bienestar integral en reconocimiento a su aporte en la construcción de nuestro país. Tan meritoria es esta loable tarea que seremos nosotros mismos los beneficiarios de dicha gestión al ser tarde o temprano quienes pasaremos a integrar esta población.