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Desde finales de 2019, Nicolás Uribe Rueda, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bogotá CCB, ha liderado un trabajo impecable en favor del empresariado de la región. Cambio, innovación y progreso, tanto en su función primigenia de gran impacto en su jurisdicción, como en el ámbito nacional e internacional.
En lo local, y entendiendo que gran parte de nuestro empresariado tiene fallas que limitan su evolución, como son la alta informalidad, la baja productividad, la poca internacionalización y la baja innovación, la CCB con su gestión consolidó y viene desarrollando programas y acciones de gran impacto para contrarrestar tales circunstancias. Trabajo con énfasis en las pequeñas empresas, que conforman más del 90% de nuestro tejido empresarial. Gran aporte a la competitividad de la región.
La disposición registral, la corte arbitral y la gestión de sus diversas filiales, son orgullo de buena gestión. La CCB es instrumento de innovación empresarial, de progreso económico y social, y soporte del estado social de derecho que nos rige. De ahí su importancia mayúscula y la necesidad que continúe funcionando de manera cabal.
Son centenares de proyectos liderados por la institución, que construyen rentabilidad social. Quiero destacar uno que mejorará nuestro desarrollo, habiendo logrado consensos con el gobierno nacional, la administración distrital, la Gobernación de Cundinamarca y Corferias. Se trata del Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación. Es la principal apuesta estratégica de carácter productivo del país, en el que se podrá conectar, aprender y desarrollar habilidades tecnológicas para trabajar, emprender y crecer en el mundo de los negocios.
En lo internacional, acaba de concluir el congreso mundial de cámaras de comercio, donde la CCB y por ende nuestro país, se consolidaron como referente, gracias al liderazgo de Uribe Rueda, quien además hoy preside la federación mundial de cámaras de comercio. Grandes logros en materia de arbitraje internacional. Vitrina y oportunidad de negocios globales para el empresariado colombiano. Éxito en diplomacia económica.
Pues bien, ante el lineamiento de cambio recibido del gobierno nacional, en cabeza de sus delegados en la junta directiva de la CCB, si bien la mayoría de los miembros elegidos a la junta por los comerciantes y en general el empresariado respalda a Nicolás Uribe, él, de manera caballerosa resolvió esta disyuntiva dando un paso al costado.
Sería lamentable que la institución más importante del sector empresarial pueda afectarse por la política. La institucionalidad debe salir fortalecida en esta nueva etapa, estando además ad portas de cumplir 145 años al servicio de Bogotá y Cundinamarca. Gran responsabilidad de la Junta Directiva para con el país, con la ciudad región, con el empresariado, con la ciudadanía y por supuesto con la propia entidad, al nombrar su sucesor. La CCB es una institución privada, que parcialmente maneja recursos públicos, por tanto, es una alianza público privada, por ende, la junta debe construir consenso para proveer el cargo.
La CCB es patrimonio de los bogotanos, una entidad al servicio del bien común, cuya función y propósito se debe cuidar y mantener.
