.
Analistas 04/05/2013

Ciudades intermedias

Sergio Mutis Caballero
Presidente Grupo Valor
La República Más
  • Agregue a sus temas de interés

Colombia cuenta con un atractivo sistema urbano, con tres ciudades del tamaño de capitales latinoamericanas, una docena de ciudades principales de gran pujanza y crecimiento, además de otros 30 municipios que superan los 100 mil habitantes; lo que confirma su condición de Nación de grandes regiones y centros poblados, ejes del desarrollo. 

Por ello, la economía colombiana depende de las regiones y de sus municipios. Bogotá como primer centro poblacional y económico del país, lidera el aporte al PIB nacional con una participación de cerca del 27 %. 
Le siguen regiones otrora flageladas por el narcotráfico, hoy en la senda del crecimiento: Antioquia incluida Medellín, con destacada actividad industrial y un proceso innovador de desarrollo, ejemplo mundial; y Valle del Cauca incluida Cali, con tradicional actividad agroindustrial, hoy polo de un interesante renacer hacia la competitividad internacional. 
Santander ocupa el cuarto puesto, incluida Bucaramanga, con gran desarrollo de industria avícola, de manufactura y diversa industria mediana y pequeña, complementada por Barrancabermeja líder en petroquímica.  Le sigue  Cundinamarca, con industria de flores y desarrollo inmobiliario, industrial y agropecuario destacado.
Continua el departamento del Atlántico, incluida Barranquilla, que es la cuarta ciudad en población de Colombia y el eje empresarial de la Costa Caribe;  posteriormente el Eje Cafetero,  región de gran belleza y epicentro de producción del mejor café suave del mundo, incluye a Pereira, Manizales y Armenia; le sigue, el departamento de Bolívar con la turística Cartagena, primer puerto de Colombia, líder en logística. 
Este panorama se complementa con arraigos culturales y sociales que hacen de Colombia un país de regiones atractivas y en mejora de su competitividad. En este escenario surgen municipios de población media, con capacidad de ahorro y consumo creciente, conformando así una red de ciudades intermedias con sostenido aumento del ingreso Percapita. 
En las anteriores ciudades y muchas más como Cúcuta, Santa Marta, Valledupar, Ibagué, Yopal y Villavicencio y sus áreas de influencia territorial,  existen oportunidades de inversión empresarial, las que crecerán en la medida que se desarrollen sus infraestructuras y las administraciones locales lideren el entorno para dicho propósito. 
Pues bien, los alcaldes del millar de municipios sienten que el gobierno nacional desea fortalecer el centralismo. Protestan por la desconfianza en el manejo de los recursos y en la contratación de las obras regionales. Si bien la filosofía de la nueva distribución de las regalías se soporta en la equidad, los mandatarios locales reclaman porque tienen que arrodillarse para recibirlas; incluso algunos lo mencionan como excusa a la poca ejecución de los planes de desarrollo. 
Así como la construcción de vivienda es ejemplo de la más revolucionaria inversión regional, el país debe mantenerse en la senda del crecimiento de las ciudades intermedias y en la mejora de la calidad de vida de los municipios más alejados y necesitados.  De lograrse la paz con las Farc, el éxito de la misma dependerá,  entre prioritarios asuntos, de la prosperidad de estos municipios. 
Es evidente entonces que la economía colombiana seguirá creciendo gracias al desarrollo de sus regiones y de las ciudades intermedias en donde pululan las oportunidades de inversión.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA