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Analistas 22/02/2019

Combatir la informalidad

Sergio Mutis Caballero
Presidente Grupo Valor

La informalidad es una realidad en Colombia. De hecho, puede afirmarse que 50% de las actividades empresariales es informal. Para lograr un adecuado desarrollo como nación y un crecimiento económico sostenible, donde todos contribuyamos al mejoramiento colectivo, es necesario que el Gobierno incentive la formalización empresarial y laboral; y complementariamente, instituciones privadas como las cámaras de comercio consoliden su labor en este propósito.

El 50% de las construcciones en Colombia se ejecutan sin licencia de construcción. Sin embargo, las autoridades son permisivas con esta conducta, pues no hay vigilancia, investigación o sanciones administrativas para la ilegalidad. En la otra cara de la moneda, los constructores formales soportan trámites excesivos y una vigilancia desmedida por parte de las autoridades, lo que dificulta su operación.

Para fomentar la seguridad, privilegiar la planeación y constituir un sector eficiente, las edificaciones en Colombia deben contar con las licencias respectivas. Incentivos a la construcción formal, principalmente a la vivienda de interés social son fundamentales en este empeño.

Las medidas tomadas en el reciente Plan Nacional de Desarrollo de acrecentar la cobertura de vivienda de interés prioritario VIP y la vivienda de interés social VIS es una decisión inaplazable. Esta ampliación del número de viviendas que entran en el rango calificable deberá acompañarse de más recursos para subsidios. Inexorablemente estas medidas apuntalarán el crecimiento de la actividad constructora formal, que está de capa caída, privilegiando a los hogares más necesitados.

También es relevante evitar los abusos por parte de los vecinos en los trámites formales. Aunque es pertinente contar con la participación de la población cercana a cualquier construcción en el trámite de su licencia, esto no debería generar una barrera casi insuperable para el desarrollo inmobiliario formal, ni permitir actitudes extorsivas.

Una manera de fomentar el cumplimiento de la normatividad es su simplificación. El entendimiento de una norma por parte de la sociedad facilita su seguimiento e implementación. Además de las normas, los trámites deben ser accesibles a todo el público, fáciles y con bajos niveles de costos de transacción para los ciudadanos. De esta manera, aumentaría proporcionalmente la formalidad en el sector inmobiliario; lo que es aplicable a otros sectores económicos.

En algunos casos, como en el sector turístico, la implementación de avances tecnológicos incluyentes puede generar aumentos en las tasas de formalidad. Un registro nacional de turismo accesible a todos los actores, simple y concreto podría constituir una herramienta para el crecimiento colectivo de edificaciones con servicio turístico, de prestadores del servicio y por sobre todo de turistas, para consolidarse como un sector líder en el crecimiento económico y social del país.

En general, el mejor camino para enfrentar la informalidad es simplificar el proceso para desarrollar la actividad económica formal. La burocracia excesiva y las barreras regulatorias y tributarias solo disminuyen la posibilidad para formalizarse. Esto sin advertir que las autoridades no deben castigar al formal sino premiarle, disminuyendo presiones fiscales y generando trámites sencillos y eficientes en su actividad.

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