Desempleo seguirá creciendo

El desempleo está alineado a la economía de un país, de una región, ya que cuanto mayor sea su índice, menos riqueza se puede generar, menos bienestar general existe. Los empleos de buena calidad proporcionan a los ciudadanos los medios para salir de la pobreza, para mejorar su calidad de vida.

Pues bien, según el Dane, fuente oficial del gobierno colombiano, en marzo del presente año, la tasa de desocupación del total nacional subió a 11,3%. Para la misma fecha de 2023, llegaba a dos dígitos (10,0%). Problema social y económico de gran impacto. Por fortuna, en algunas de las grandes aglomeraciones urbanas el empleo mejora, gracias a las nuevas dinámicas regionales. Pero, la situación general nacional, de clima de polarización, desconfianza inversionista y caída de actividad en sectores generadores masivos de empleo, afecta a toda la nación.

Según cifras del gobierno, en el contexto de las 23 principales ciudades y sus áreas metropolitanas, Cúcuta, Riohacha, Santa Marta, Valledupar, Sincelejo y Quibdó, son las que, su porcentaje de ocupados por cuenta propia, superan más de la mitad de la población, coinciden además que la tasa de desempleo, para la mayoría, se encuentra por encima del promedio nacional. Por otra parte, aglomeraciones como Bogotá, Manizales, Medellín, Cali, Bucaramanga, Tunja y Barranquilla, el porcentaje de ocupados por cuenta propia es menor, lo mismo que las cifras de desempleo.

Ahora bien, la situación de la economía con comportamiento mediocre, sumado al empleo no regulado de las zonas rurales (superior a 80%), contribuyen a que la informalidad laboral del país sea cercana a 60%. Apoyar la actividad empresarial, incluida la llamada economía popular y su formalización, son herramientas para el crecimiento y para combatir el desempleo. La acción productiva del sector privado es además fuente de impuestos, los que, a su vez, bien administrados (sin corrupción, con austeridad y con adecuada ejecución), contribuyen a redistribuir la riqueza, a la estabilidad económica y al bienestar general.

Un gran plan contracíclico para apuntalar el crecimiento de la economía y del empleo, está en que, de manera efectiva y eficiente, se utilice la construcción (infraestructura y vivienda), como instrumento para este propósito. La construcción o producción de vivienda formal encadena la mayoría de los otros sectores de la economía, y al igual que la actividad agraria, produce de inmediato efecto masivo en empleo.

Mientras este plan se consolida, con la caída de las preventas de proyectos sobre planos (vivienda social en rojo por 20 meses consecutivos), la iniciación de obras se aplaza o se hará en proporción al mal comportamiento de ventas, con lo que, el empleo podría caer en cifras del orden de 300.000 (más desocupados) en el resto del año y cifras superiores para el año que viene. Hay que parar la tendencia de inmediato. Ayuda que las tasas de interés siguen a la baja, con más espacio para ajustarlas y, así incentivar la inversión.

Para combatir el desempleo hay que actuar de inmediato. Los planes de desarrollo de las ciudades, en trámite de aprobación, son un complemento para lograrlo.