Analistas 07/03/2025

La Sabana de Bogotá, en peligro latente y amenaza

En el caso en que MinAmbiente expida el proyecto de Resolución que establece los lineamientos para el ordenamiento ambiental de la Sabana de Bogotá, se paralizaría el desarrollo sostenible del territorio, se perdería la capacidad de adaptabilidad a la realidad y se convertiría en la espada de Damocles para la ocupación informal del suelo y para el deterioro del ecosistema natural y de ciudad.

Los lineamientos ambientales se deben contextualizar y dimensionar en un territorio donde confluyen ecosistemas naturales y antrópicos, y no ir en contravía de la autonomía territorial ni desconocer la realidad del territorio y las necesidades estructurales de su población como la energía, la movilidad, la vivienda y equipamientos de saneamiento básico.

La Sabana constituye 0,51% del territorio nacional, donde habita 25% de la población del país, lo que trae consigo retos importantes en coordinación, concurrencia y armonización para la protección simultánea de ecosistemas naturales y ecosistemas antrópicos tales como el sistema de ciudades.

El ordenamiento parte del reconocimiento de las realidades territoriales; no se puede afirmar que la única vocación del suelo rural de La Sabana es agrícola y forestal, sin tener en cuenta la necesidad dinámica de industria, vivienda, educación e infraestructura eléctrica, vial, férrea, cables y aeroportuaria, ni mucho menos afirmar que la seguridad alimentaria de sus habitantes, depende fundamentalmente de La Sabana.

Emitir un determinante, bajo el argumento descontextualizado de seguridad alimentaria o sellamiento del suelo, que diga que el conjunto total de clases agrológicas, tendrá destinación prioritaria agropecuaria y forestal, indica que en la totalidad de este territorio no pueden confluir otras actividades.

Hay una imprecisión técnica evidente al soportar estos lineamientos con información a escalas 1:100.000 no aplicables al ordenamiento territorial municipal, prueba de ello es que la superposición de la capa de humedales con territorios de ocupación antrópica histórica de La Sabana de Bogotá.

El “lineamiento para las áreas de Amenazas Naturales” hace una mezcla inadecuada de conceptos del Decreto sobre los lineamientos para la incorporación del riesgo. Un territorio definido como protección, es aquel denominado como “riesgo no mitigable” a partir de estudios de detalle, no es el que se identifica en estudio básicos realizados a escala 1:25.000 como amenaza, tal como propone este lineamiento. El principio fundamental de su categorización es salvaguardar la vida de los habitantes y la pérdida de sistemas estructurantes.

En conclusión, este proyecto de resolución deja a la Sabana de Bogotá maniataba para adaptarse al crecimiento poblacional esperado en 2,3 millones para 2050, al desarrollo ambiental, social y económico en equilibrio y con una autonomía territorial vulnerada, en el entendido de que ya no habrá que ordenar por parte de los municipios. Pero lo más grave es que estas medidas no van a controlar el asentamiento poblacional y ocupación del territorio, sino que van a incentivar la informalidad y van en contravía del fin primario que es el mejoramiento de la calidad de vida.