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En retrospectiva no es tan sorprendente: Sars, Mers, AH1N1, Zika, Chikunguya, y Ébola. Seis pandemias en una década, covid-19 no será la última. Aunque en declaratorias de emergencia se permite tomar medidas extraordinarias, actuar a tiempo es lo que hace la diferencia. Poder identificar un enfermo, con quién se ha reunido y si está cumpliendo el aislamiento, es la diferencia entre cuarentenas de meses o normalidad. Corea del Sur nunca cerró.
La identificación digital crearía esos datos. Si en el camino, podemos modernizar el Estado, mejor. De todas maneras, ya las empresas de tecnología lo hacen. Estonia, el país más avanzado del mundo en temas digitales, también es el más exitoso de Europa en manejo de covid-19. Un estudio de López y Calvo para Foro Regulación Inteligente, toma indicadores como tasa de letalidad, número de test realizados, UCI disponibles vs. requeridas, caída del PIB, aumento del desempleo, déficit fiscal, entre otros, para medir gestión de los países. Busca entender quién resolvió mejor los temas de salud con menor afectación de la economía. Estonia fue primera, Alemania octava, España 25, y Francia última.
En Estonia, la cédula está atada a una carpeta digital con información del ciudadano. Los subsidios fueron inmediatos y focalizados, sin filas, ni fraude. La atención en salud eficiente. Se sabía en tiempo real a quién se tenía que ayudar y cómo hacerlo. Si se detecta quién tiene covid, la identificación digital permite notificar a los que han estado en contacto. Google y Apple ofrecen esta funcionalidad protegiendo la privacidad. Hacer cuarentenas de docenas, no millones.
Entendiendo los temores de vigilancia estatal, hacking, o de incompetencia burocrática, buenas prácticas de habeas data y cifrado mitigan riesgos. El reto es que entre más migramos al mundo digital, la cédula es cada vez más insuficiente. Los servicios del gobierno no pueden parar porque se cerró una oficina.
Mientras tanto, pensar que el ciudadano está protegido por ausencia de regulación es equivocado. La identificación digital podría ser voluntaria. Que el ciudadano decida hacerlo por reducir costos, facilitar trámites, y no hacer filas. Hay que ser consciente de que la expectativa de privacidad en la esfera tecnológica es falsa.
El perfilamiento del diario vivir es total. No es que Facebook use solo nombre y correo electrónico, puede catalogar más de 17 parámetros incluyendo amistades, likes, ubicación, horarios, y opiniones. Puede construir mensajes segmentados con precisión total. Google y Facebook saben más de usted, que usted mismo en la anarquía actual.
Los retos del estatuto de seguridad de Turbay ya pasaron. El debate de empadronar o hacer censo es anacrónico. El nivel de error en Valle del Cauca del censo fue de 680.000 personas. Los $350.000 millones que costó, se podrían usar mejor creando un censo digital que utilice registros administrativos para estar permanentemente actualizado.
Se podrían construir líneas base para pasar a modelos de resultados. Por ejemplo, pagarle a las EPS por la salud de la gente en vez de por servicios, alinear incentivos. Por primera vez, saber quién vive en el territorio y cómo va. Barranquilla empieza el primer piloto nacional de empadronamiento. ¡Qué esto abra el debate!