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La lonchera siempre ha sido muy importante en los patrones de consumo de alimentos de las familias colombianas, pero la pandemia aceleró su protagonismo. Un estudio del Panel de Hogares de NielsenIQ sobre la merienda, revela que los fabricantes y minoristas deben replantear su estrategia en aquellas categorías pensadas para consumir entre comidas.
Si bien la merienda se fortalece como una rutina en la mayoría de los hogares, según el estudio, durante el último año la virtualidad ha permitido a los padres vigilar más de cerca los tentempiés, cambiando a opciones más nutritivas, convenientes y asequibles.
Los alimentos preferidos por los colombianos entre las comidas son bebidas (45%), productos de panadería (28%) y frutas y verduras (18%). En todos los niveles socioeconómicos, la hidratación entre comidas es común, pero es ligeramente mayor en los hogares con limitaciones de presupuesto. En los de niveles socioeconómicos más altos, las frutas son el tentempié preferido, mientras que los de niveles medios y bajos recurren más a productos de panadería.
La mayor parte de los tentempiés se ha trasladado a la tarde (69% de los consumos), frente a un 31% en la mañana, ya que estando menos agobiados por sus rutinas matutinas los consumidores pueden retrasar la hora del desayuno lo que subraya la adopción de hábitos para adaptarse a sus renovados horarios de trabajo, estudio y ocio.
Manzana y banano son las frutas preferidas para el snack de la mañana por su comodidad y fácil acceso, mientras que por la tarde, los productos de panadería como el pan fresco casero, las galletas y la arepa predominan. La fruta prácticamente desaparece del menú de la tarde.
Las bebidas son fundamentales entre comidas. Jugos de fruta caseros y café molido son protagonistas. Curiosamente, cuando se trata de meriendas, “práctico” y “rápido” son las palabras clave, pero no así con el café, que los colombianos prefieren molido a pesar de que requiere un poco más de esfuerzo para su preparación.
Los paquetes salados, el maíz pira y los cereales para niños ocupan un segundo lugar en la lista de la lonchera, mientras que algunos prefieren golosinas más indulgentes como gelatina, helado y bocadillo.
Los niños al final de la lista de la compra
Además de no poder disfrutar de las aventuras gastronómicas de la lonchera o la tienda escolar, se suma el hecho de que cada vez hay más familias reunidas en casa a lo largo del día.
Que los productos especialmente creados para los niños no estén en los primeros lugares de los más incluidos hoy en las meriendas denota un cambio de hábito. Los niños en casa consumen los mismos tentempiés que los adultos, y las loncheras en casa difieren mucho de las del colegio, donde son más habituales los productos divertidos y envasados.
Los precios de los productos empacados para niños también influyen en la transformación de los hábitos, lo que da ventaja a categorías más asequibles. También el hecho de que ya no participan en las compras de la familia y solo mamá o papá van al supermercado.
La tienda del barrio sigue siendo el canal más importante para comprar la lonchera (50%), seguido de las cadenas de supermercados (18%) y las tiendas de descuento (14%).
La clave del estudio para los fabricantes de productos para loncheras es la constatación de que la pandemia ha permitido a los padres echar un vistazo más completo a lo que sus hijos consumen durante el día, lo que ha generado un cambio hacia productos más nutritivos, preparados en casa y más económicos.
Ahora que los niños se preparan para volver a las aulas, los fabricantes de pasabocas harían bien en dar prioridad a opciones tan saludables como las que se preparan en casa, pero prácticas para llevar en la fiambrera.