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Analistas 19/03/2025

Creer, confiar, comprar

Ugo Posada
Inversionista y mentor Endeavor

Para mí es un enigma ¿Qué hace que más de 50 millones de personas se consideren colombianas? Somos muchos individuos viviendo dentro de unos límites a mi juicio arbitrarios: Al Norte del río Putumayo, al Oeste del río Arauca, al Este del Océano Pacífico y al Sur del Mar Caribe.

Que bogotanos, costeños, paisas o vallunos se sientan identificados por una misma nacionalidad es una ficción, como nos lo explica Yuval Noah Harari en su libro Sapiens. Es una fantasía al igual que lo es el dinero, la religión y los partidos políticos. No es real, pero todos decidimos creerlo colectivamente, todos vivimos dentro de esta ilusión. La sentimos cuando suena el himno nacional, la vibramos cuando la selección mete un gol en el estadio metropolitano, y la gritamos con pasión cuando nuestros atletas ganan una medalla olímpica.

Otra historia que muchas veces nos creemos es que todo lo hecho en Colombia es de inferior calidad a lo manufacturado en el extranjero, lo cual es una percepción muy costosa. Para generar prosperidad, la economía debe crecer. Para que le economía crezca debe haber consumo lo cual permite que haya inversión y empleo. Si compramos colombiano estamos invirtiendo en el crecimiento económico de nuestro país. Al creer en nuestro país, al confiar en nuestras empresas y comprar a nuestros compatriotas, ayudamos a escribir una historia mejor para todos. No es proteccionismo, es compromiso con nuestro país y convicción en nuestra gente y su hacer.

En Colombia existen compañías maravillosas que crean valor económico y generan prosperidad para las comunidades en las que operan. Frisby vende casi $1 billón, emplea casi 5.000 personas en todo el país y es una empresa que se preocupa por el bienestar y desarrollo de sus colaboradores. Entienden que para que a ellos le vaya bien a su entorno debe irle bien también. Universal de Hamburguesas, a mi parecer las mejores en Bogotá, tiene como principio emplear ex - convictos que sufren retos enormes para re - incorporarse en la sociedad de manera productiva. La cadena de restaurantes Takami vende más de $130.000 millones al año, emplea ~1.300 personas, y es reconocida por sus programas de abastecimiento de insumos responsable y por el trato respetuoso de sus colaboradores.

Me fascinan las marcas comprometidas con los consumidores, sus comunidades y con el medio ambiente, me gusta comprar sus productos y promocionarlas entre mis conocidos. En Colombia uso Cíclico, una marca de ropa que piensa en la sostenibilidad desde su concepción, sus prendas se ven bien y son hechas por manos colombianas. Maaji es un referente global en diseño y calidad. Sus vestidos de baño son hechos en Medellín y comprados en la Quinta Avenida en Nueva York. Me alegro cada vez que camino al frente de una tienda de TEI, e imagino a los artesanos locales confeccionando zapatos en talleres en Bogotá.

Soy un apasionado del ciclismo. En Antioquia la marca Scarab fabrica bicicletas de alta gama que son vendidas en su gran mayoría al mercado internacional. Son diseñadas localmente, manufacturadas y pintadas en El Retiro empleando colombianos. Cientos de ellas son compradas cada año por discernientes ciclistas extranjeros.

Para que haya empleo, las empresas deben vender. Para que un empleado pueda aumentar su salario, las empresas deben crecer. No hay magia, hay trabajo y hay recompensa. El dinero fluye de las manos del comprador a la empresa, y de ahí a sus colaboradores y a sus proveedores. Es un ciclo virtuoso que crea riqueza. Cada uno de nosotros tiene un rol protagónico, cada individuo decide qué compra y a quién, y podemos empezar por creer en que hay productos colombianos buenos, confiar en que hay empresas responsables que piensan en sus clientes y sus empleados, que son cuidadosas con el medio ambiente y que son solidarias con sus comunidades, y que producen bienes que vale la pena comprar.

Una de las maneras de hacer país es comprando, comprando bien, y comprando colombiano. Yo hoy iré a comerme una hamburguesa de Universal, llegaré allá en una bicicleta Scarab, me pondré unos zapatos de TEI y una camiseta de Cíclico, y seré feliz de que mi consumo deja una huella positiva en Colombia.