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El Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación hace justicia con las mujeres investigadoras y científicas del país.
Así lo dicen los resultados preliminares de la convocatoria 957 de 2024 que busca actualizar la información del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, Sncti, con el fin de reconocer y medir la información proveniente de los grupos de investigación, desarrollo tecnológico o de innovación y de los investigadores del país.
Esta convocatoria nos ha permitido saber quiénes son los investigadores y quiénes están en proceso de formación para ser investigadores; saber cuáles son grupos de investigación y cómo se clasificarían según su madurez y saber cuáles son los productos de generación de conocimiento, de desarrollo tecnológico e innovación, de apropiación social del conocimiento y de formación de talento humano.
Los resultados nos permiten evidenciar avances históricos para el acceso de la mujer colombiana a escenarios de investigación científica. Por ejemplo, con respecto a 2021, tuvimos un éxito rotundo en el reconocimiento de mujeres como investigadoras en las categorías sénior, asociada y junior, pasando de 8.216 mujeres reconocidas en 2021 a 8.776 mujeres reconocidas en 2024. Esto significa un incremento de 560 mujeres (6,8%).
También se observa una disminución en la brecha entre mujeres y hombres. Para 2021, las mujeres reconocidas como investigadoras representaban 39,16% del total y para 2024 su participación corresponde a 40,5%. Es un incremento importante, pero no es suficiente. La meta de MinCiencias es que las mujeres representen al menos 50% de los actores reconocidos como investigadores.
En la categoría de “integrante vinculada” -es decir, mujeres que no cumplen requisitos de productividad para ser consideradas investigadoras-, también se observa un incremento muy importante: mientras en 2021 fueron 32.981 mujeres, en 2024 fueron 35.520, lo cual se traduce en un incremento de 2.539 mujeres (7,7%).
Las 8.776 mujeres reconocidas como investigadoras se distribuyen por área del conocimiento de la siguiente manera: 3.011 (34,3%) en ciencias sociales; 1.939 (22,09%) en ciencias médicas y de la salud; 1.582 (18%) en ciencias naturales; 1.236 (14%) en ingeniería y tecnología; 638 (7,2%) en humanidades y 370 (4,2%) en ciencias agrícolas.
Por otra parte, y por primera vez -siguiendo las recomendaciones de la política pública de equidad de género para las mujeres (Conpes 4080)-, MinCiencias implementó lo que se denomina como “ventana de tiempo diferencial”, que busca compensar las desventajas en productividad académica y científica que tienen las mujeres en sociedades como las nuestras y que conllevan procesos estructurales de discriminación. No se puede comparar el ritmo de productividad científica de una mujer embarazada -o que debe dedicar su tiempo al cuidado del hogar-, con el de un hombre que no asume ninguna de estas responsabilidades.
Los resultados fueron muy positivos: 953 mujeres cumplieron con los criterios de participación y fueron reconocidas como investigadores con una “ventana de tiempo diferencial”. En total, se presentaron 4.226 mujeres para ser reconocidas dentro de la ventana de observación diferencial, es decir, que cumplieron los requisitos 22,5% (953 mujeres). De las 953 mujeres que se beneficiaron, fueron reconocidas como investigadoras 543. Las 410 mujeres restantes quedaron como “integrantes vinculadas”.
De otra parte, los resultados de la convocatoria 2024 con respecto a la diáspora son históricos: en 2021 había tres mujeres investigadoras de la diáspora y, para 2024, pasó a 93, es decir, hubo un incremento de 3.100% en el número de mujeres de la diáspora reconocidas como investigadoras entre 2021 y 2024. En 2021 había nueve mujeres de la diáspora bajo la categoría de “integrantes vinculadas”, para 2024 se pasó a 189, esto significa un incremento de 2.100%.
Cada vez más MinCiencias hace justicia con las mujeres investigadoras y científicas del país. Y vamos por más.