El Diario Deportivo fue durante un tiempo una emblemática publicación pionera en este segmento de la información, pero cayó en desgracia por los negocios de sus socios y terminó en manos de la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE) que estuvo bajo el liderazgo de Carlos Albornoz, quien ferió la empresa y la marca y la dejó a empresarios nariñenses como él. Hoy esta operación está bajo la lupa de las autoridades competentes.