La experiencia demuestra que solo cuatro de los más de 40 analistas de entidades bursátiles y bancarias le siguen el ritmo a la tasa de usura, los demás creen más importante datos como la inflación y el PIB y dejan de lado un indicador de consumo tan influyente como este. ¿Cuál será la razón para que los analistas financieros no se comprometan con pronósticos para la usura? Dados los más recientes cambios merecería un seguimiento.