El viaje del Papa causó curiosidad en varios aspectos, pero tres fueron impactantes. Primero, que las comunicaciones funcionaron mejor sobre el Atlántico, cuando medios llamaron desde el avión, que en Villavicencio o en el Simón Bolívar. Dos: el clima, pues a pesar de que siempre llovió antes de las reuniones, escampó minutos antes del arribo del Papa. Y tres, la molestia con los presidenciales que aprovecharon para recoger firmas. (LM)