Los directivos del Club El Nogal viven una verdadera encrucijada, cortesía de las contradictorias vertientes políticas que lo escogen para realizar eventos. A que al club se le haya utilizado como sede de los encuentros ultrauribistas ahora se le suma que la familia del exguerrillero alcalde de Bogotá, Gustavo Petro (1960), quiera celebrar la fiesta de primera comunión de su hija en el Gran Salón, que tiene capacidad para unos 400 invitados.