Un decreto del alcalde Gustavo Petro (1960) hace que sea bastante caro botar basura en Bogotá. En adelante, romper las bolsas que contienen desechos, botar residuos desde un carro o dejar de recoger el excremento de las mascotas, le traerá multas y la obligación de asistir a jornadas de educación ambiental. En caso de que el infractor sea una empresa, el pago que tendrá que hacer llega hasta los $12 millones.