En la capital de las islas Baleares había una calle llamada “Rambla de los Duques de Palma” pero a raíz de todo el escándalo de corrupción de la infanta Cristina y su esposo Iñaki Urdangarin (el Duque de Palma) el ayuntamiento decidió retirar el nombre y dejar la placa con el nombre “La Rambla”... a secas. Lo más curioso ha sido que vecinos del lugar la rebautizaron como “La rambla del juez Castro” en honor a quien imputó a los implicados.