La reina Isabel II no solo se da el lujo de ser la monarca con más años en el trono (63), sino que ostenta el título de ser la cabeza de una familia que posee activos nominales que equivalen a más de US$34.587 millones, tras beneficiarse, por décadas, de un aumento en los precios de las tierras. Esta fortuna ubicaría a la familia real británica en la lista de los 20 más ricos de Forbes.