Con los TLC se hace necesario tener ‘puentes’ invisibles de calidad, que por ahora están quebrados. Aunque ha habido avances con el nuevo Instituto de Metrología falta mucho para que nuestras medidas sean armonizadas con las mundiales, lo que se agrava si se tiene en cuenta que los 30 millones de euros donados por la Unión Europea al sector lácteo eran inicialmente para la infraestructura de calidad.