Tras ocho días de concretarse la fusión entre los fondos de pensiones Horizonte y Porvenir, los usuarios empiezan a manifestar molestias. Más allá de los cambios físicos en nombre, decoración de oficinas y demás, los miles de afiliados que tengan que hacer alguna operación con los fondos deberán tener paciencia pues el sistema está caído y no se podrán realizar transacciones hasta el empalme tecnológico requerido.