El desfile de funcionarios de casi todos los ministerios a la capital de Putumayo, Mocoa, ha encendido las alarmas por la cantidad de gastos en que se incurre en viajes de empleados públicos que poco aportan. Un Ministro puede estar durante dos días con un asesor económico, uno de prensa y un asistente que reciben viáticos que nunca legalizan pues no tienen la obligación. Todo un desangre del erario público simplemente por hacer presencia disfuncional.
