Si bien la revista británica The Economist es famosa por la irreverencia en las primeras páginas de su publicación impresa, en esta ocasión dejó de lado la sutileza y atacó de frente. La portada de la próxima edición tiene una imagen principal de una foto de Bashar al-Asad (1965) con las víctimas de los ataques químicos. El texto dice: “Hit him hard” (Denle duro), incitando a un ataque de Occidente. Su deseo está próximo a cumplirse.