El presidente de Brasil, Michel Temer (1940), estuvo en Brasilia calmando los ánimos por el escándalo de corrupción de la industria de la carne en su país, pues se dijo que la estaban exportando en estado de descomposición. Pero no se conformó con la reunión y citó a un rodizio a los embajadores de las naciones que compran este producto a Brasil y se comió un buen pedazo de carne. P8