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Ha sido una constante en la última década que el canal tradicional mantenga, e inclusive, gane participación en la venta de alimentos por encima de sus grandes competidores.
Si se revisa el comportamiento un poco pausado del consumo de bienes no durables y la variación de las ventas de alimentos del comercio moderno, existe evidencia de que los colombianos prefieren hacer sus compras de alimentos en las tiendas de barrio o en minimercados independientes que en grandes almacenes. Lo mismo sucede con otros grupos de bienes como licores y cigarrillos, productos de aseo del hogar y farmacéuticos.
Mientras que en el año 1997 la participación de las ventas de los alimentos y farmacéuticos en las grandes cadenas de comercio representaba el 54% de su facturación, en 2011 llegó a ser tan solo el 28%.
Por otro lado, ganan terreno en el consumo de bienes durables o semidurables como el de calzado, ropa, computadores y electrodomésticos, gracias al mayor acceso al crédito y la favorable tasa de cambio que ha permitido que el portafolio en este tipo de bienes se diversifique aún más.
Salvo un breve lapso entre 2005 y 2006, siempre la variación del consumo de perecederos ha estado por encima de las variaciones de las compras de alimentos en el gran comercio. Pero también llama la atención el pobre desempeño de los bienes no durables, cuyo consumo aumenta casi que a un ritmo vegetativo.
Bogotá con bajo dinamismo
El comercio minorista nacional muestra un comportamiento similar al registrado en la ciudad de Bogotá, dado el notorio peso de la capital en la economía nacional. Sin embargo, el crecimiento promedio de la economía bogotana en los últimos años según las cuentas regionales, ha estado, al igual que las ventas del comercio moderno y de la producción industrial, ligeramente por debajo del agregado nacional. En 2002, Bogotá aportaba el 27,1% del PIB y, en 2010, el 25,8%.
El cálculo de las ventas del comercio minorista en Bogotá, la realiza el Dane desde el año 2006 y contrario a lo que se pueda pensar, la ciudad no registra un dinamismo comercial superior al nacional.
Tan solo ha sido ligeramente mayor el crecimiento de las ventas en un tramo del año 2009 y al finalizar 2011.
En los últimos cuatro años se advierte un vigoroso crecimiento de la actividad mercantil en ciudades intermedias y en regiones como la Costa Caribe, los Santanderes y la (antigua) zona cafetera, lo que hace que la participación bogotana en el agregado nacional no crezca. El año pasado, la producción industrial según el Dane, creció 4,9% y en Bogotá, solo un 2,7%.
Expansión en oriente a la vista
Bucaramanga es una magnífica plaza para la expansión del comercio moderno, no solo por ser una ciudad de gran tamaño, sino porque cuenta con una buena proporción de clase media.
En esta ciudad, los estratos medios son los mayoritarios, a diferencia de lo que ocurre en otras ciudades como Cartagena, donde el grueso de la población se encuentra en los estratos más pobres. Así pues, la capital santandereana también se convertirá en una buena plaza para la ampliación y/o diseño de centros comerciales y para el asentamiento de almacenes por departamento.
Leve reducción en ventas de vehículos para marzo
La Bitácora Económica hecha por Fenalco hace referencia a la leve caída de la venta de vehículos para el mes de marzo. Aunque se registró un descenso de lo comercializado, 'hay que tener en cuenta que en marzo de 2011 hubo un aumento récord del 74,8%'. Así mismo, el balance aseguró que en el primer trimestre del año se advierte una desaceleración del consumo, aunque con tasas de crecimientos positivas.
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La encuesta del Flight Centre Corporate también aseguró que se incrementarán los gastos en 42% en comparación con este año
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