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Aunque algunas personas ven alternativas como el papel, la tela, o medios tradicionales como maletas, o canastos; expertos dicen que si seguiría usándose el plástico
La entrada en vigencia de la Ley 2232, que estableció la eliminación gradual de los plásticos de un solo uso ya empezó a tener efectos en los consumidores y empresas. Aunque muchos siguen usando estos artículos prohibidos, otros ya comenzaron a buscar soluciones o alternativas, que hace años están en el mercado.
Para resumir, lo que ya no se puede usar por parte de los consumidores y empresas son las bolsas, bien sean las que entregaban cuando iban al supermercado o la tienda, o en las que se empacaba la publicidad, periódicos o facturas. Tampoco volverá a ver los rollos de bolsas que se encontraba en los Fruver, ni tampoco los pitillos o mezcladores.
Se acaban también los copitos de soporte plástico y los soportes para inflar bombas.
Según César Martínez, vocero de los Amigos de la Bolsa, es un error pensar que el plástico se va a acabar con estas medidas, y por el contrario, se estaría afectando la economía de muchas familias.
“Estamos ante un antes y un después para miles de empresarios y familias que trabajan con el plástico. Se van a perder miles de empleos y esperanzas por eliminar el plástico, que es 100% reciclable e inocuo, desconociendo que el verdadero problema está en su disposición final y en su reciclaje”, dijo Martínez.
Para el tema de las bolsas hay alternativas, como los canastos, maletas, o bolsas pero de tela, que desde hace tiempo se venden en los almacenes. Las cajas también tomarán protagonismo, al igual que muchos otros productos como los pitillos de papel o metal.
Pero, esa no son las únicas alternativas, de hecho la misma ley establece excepciones para la prohibición. Por ejemplo, si las empresas recuperan y reutilizan 100% del plástico, de su propio tipo de producto, o que se hayan hecho con la misma composición de polímeros, podrán seguir usando esos plásticos.
Un ejemplo son los envases PET, si las compañías vuelven a capturar lo que producen en el mercado, lo podrán seguir vendiendo.
“El objetivo principal de la prohibición es de alguna manera desestimular su consumo porque al final esos productos se vuelven residuos que terminan copando las capacidades de nuestros rellenos sanitarios. Si como sociedad fuéramos capaces de reciclar el 100% de los plásticos pues no tendríamos necesidad de ninguna prohibición”, dijo Mauricio Abondano, gerente de Negocios de Atica.
Los expertos aseguran que las bolsas plásticas seguirán en el mercado, y aunque las personas tengan otras alternativas, la clave estará en generar una cultura de reciclaje, y en cierta medida de control en la parte de consumo.
“La gente no va a ver desaparecida la bolsa del mercado, va a tener que utilizar unas bolsas que cumplan con alguno los lineamientos para que puedan seguir siendo usados en el mercado, entonces no es que la vamos a ver eliminada totalmente, la vamos a seguir viendo pero en estas nuevas condiciones”, dijo Viviana Gordillo, representante de los Amigos de La Bolsa Plástica.
Hay que recordar que en 2030 otros plásticos quedarán prohibidos, por ejemplo, platos, bandejas, cuchillos, tenedores, cucharas, vasos, guantes para comer, entre otros. Esto también haría que materiales como el aluminio, entre otros reciclados, sigan ganando protagonismo, además, en los próximos años la regulación podría seguir cambiando, por lo que lo importante será hacer un consumo responsable.
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