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El grano de café tradicional ahora se enfrente a las primeras empresas que en Estados Unidos están desarrollando el producto con fuentes agrícolas diferentes
En un mundo donde se consumen 2.000 millones de tazas de café diariamente, las consecuencias sociales y ambientales de esta demanda están empezando a ser motivo de preocupación por algunos. Desde la deforestación masiva hasta los salarios de pobreza para los agricultores en África, el café tradicional se enfrenta a una serie de desafíos.
Un reporte del Wall Street Journal, habla de la tendencia del café sintético como parte de un género impulsado por personas que buscan otro tipo de producto “más sostenible” aunque aún no es 100% seguro.
Empresas como Voyage Foods, Minus Coffee, Atomo, Prefer, Stem y Northern Wonder están liderando el camino en la creación de café utilizando biotecnología y ciencia de alimentos. Estas alternativas al café convencional se pueden preparar con una variedad de ingredientes, desde garbanzos hasta desechos agrícolas “reciclados”, y algunas incluso utilizan células cultivadas en laboratorio a partir de plantas de café reales.
La respuesta para unos está en el impacto del café convencional en el medio ambiente y en las comunidades productoras. La deforestación, los bajos salarios de los agricultores y las emisiones de carbono asociadas con la producción y distribución del café tradicional están impulsando a los consumidores hacia alternativas más sostenibles.
Incluso las grandes empresas están subiendo al tren del café sintético. Cargill, una de las compañías de alimentos más grandes del mundo, recientemente firmó un acuerdo para convertirse en el distribuidor exclusivo entre empresas de los productos sin cacao ni nueces de Voyage Foods.
Según los expertos, las alternativas sintéticas al caféestán cada vez más cerca de replicar la experiencia del café real. Empresas como Atomo Coffee están utilizando ingredientes fermentados y tostados para imitar la estructura molecular del café, ofreciendo una experiencia de sabor similar a la del café tradicional.
A medida que el café sintético gana terreno, es posible que veamos un cambio en la forma en que pensamos sobre el café.
Con la creciente preocupación por el medio ambiente y la sostenibilidad, es una posibilidad que no se puede descartar.
El futuro del café sintético también tiene implicaciones más allá de nuestro planeta. Con la tecnología de biorreactores, es posible cultivar células de plantas de café en entornos controlados, ofreciendo la posibilidad de producir alimentos de manera más eficiente y sostenible, incluso en lugares remotos como estaciones espaciales y bases lunares.
En última instancia, el café sintético representó una oportunidad para reimaginar una de las tradiciones más arraigadas de la humanidad de una manera más sostenible y ética. Con la innovación en marcha, es posible que pronto veamos un cambio radical en la forma en que disfrutamos nuestra taza matutina de café.
Millones de tasas de café se calcula que se consumen en todo el mundo. Europa demanda la mayor cantidad.
El café sintético no es solo una cuestión de sabor, sino también de sostenibilidad. La tecnología detrás de estas alternativas podría allanar el camino hacia un futuro donde la producción de alimentos sea menos dependiente de los recursos naturales y más adaptable a las cambiantes condiciones del clima. El costo y la escalabilidad siguen siendo algunos de los obstáculos para la adopción generalizada de estas alternativas.
A medida que la demanda de café sintético crezca, será crucial abordar estos problemas para que el café del futuro sea accesible para todos.