Centros comerciales, una experiencia de relacionamiento

Los centros comerciales se han construido a partir de conceptos de integralidad social y lo que buscan es ofrecer lugares de esparcimiento que fomenten el consumo. Son lugares diseñados para atraer y retener a los visitantes, desde niños, jóvenes, adultos, familias, grupos de amigos, compañeros de trabajo, y al mismo tiempo hacer sus compras.

Hace algunos años era extraño pensar que en un centro comercial se realizaran actividades como celebrar una misa, asistir a una sesión de aeróbicos o celebrarle el cumpleaños a los hijos. Hoy, son prácticas cada vez más comunes y de gran acogida acompañadas de otras actividades que hacen más atractiva para los visitantes la estadía en estos lugares, extendiendo su permanencia por más horas.

Los centros comerciales ofrecen una variada oferta en un solo lugar, seguridad para los compradores y sus vehículos, motos y ahora sus bicicletas, comodidad, entretenimiento y un lugar de encuentro con amigos y familia. Tienen un plan completo que va desde un sitio para hacer mercado, entrar al cine, comprar y divertirse, hasta para encontrarse con amigos y disfrutar en familia, sin gastar mucho tiempo en desplazamientos y trancones, tanto que las personas pueden perfectamente ir a pasar una tarde o un día completo en ellos.

Conocer los motivos que llevan a los consumidores a elegir y visitar un centro comercial, se convierte en un elemento fundamental en la comprensión de su comportamiento; es por esto que es necesario describir cómo la atracción comercial es consecuencia de las variables de marketing utilizadas en los centros comerciales y de cómo responden los consumidores a dichas variables. Además, se debe tener en cuenta que la atracción no es algo aislado del individuo, sino que el entorno es decisivo.

Finalmente, no podemos dejar a un lado un factor importante que está afectando el consumo en los centros comerciales y es la incertidumbre que vive el país y que afecta nuestra estabilidad económica, a pesar que según “El Índice de Confianza del Consumidor en Colombia, medido por Nielsen, venía disminuyendo en el último año. Sin embargo, Colombia mantiene la tendencia a ser el segundo país en Latinoamérica en el que la confianza es una de las más altas, y no ha caído por debajo de los 90 puntos”, indica el análisis.

El consumidor ha venido cambiando sus hábitos de gasto, menos entretenimiento, compra de ropa, reducción de consumo de gas y energía para comprar marcas más económicas, ahorrar y pagar sus deudas o ahorrar dinero por si viene tiempos más difíciles, aún si las condiciones mejoran.

En ese orden de ideas, los centros comerciales tienen que ser conscientes que hoy en día han dejado de ser un espacio de compras para convertirse en un espacio de relacionamiento.