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El estudio de Kantar Worldpanel evidenció que los factores macroeconómicos han cambiado las dinámicas de compra y el factor precio importa más
Los comportamientos de compra de los últimos meses se han dinamizado significativamente por cuenta de la situación inflacionaria que se está viviendo en el mundo. El estudio Consumer Insights Q3 2022 de Kantar Worldpanel recogió datos que brindan un panorama de cómo están cambiando los hábitos de compra ante los altos precios.
En categorías de productos, el informe evidencia que los lácteos presentan la mayor presión en el precio con 29%, además de una reducción en frecuencia de 12% y disminución de volúmenes de compra de 15%.
El comportamiento ha sido similar con los frescos (carnes frías, frutas y verduras), que presentaron una presión de precio de 18%, una reducción de frecuencia de 14% y, así mismo, una disminución en volúmenes de compra de 9%.
Si se compara este periodo de tiempo contra 2021, las canastas de aseo y cuidado personal retomaron importancia; aseo pasó de 6% a 7% y cuidado personal de 9% a 10%.
“Evidenciamos una contracción del consumo que buscaba optimizar el presupuesto y cómo a raíz de este fenómeno los hogares empezaron a ajustarse y disminuir la frecuencia de compra para lograr cubrir sus necesidades con el presupuesto actual”, explicó Jaime García, country manager Colombia de Kantar Worldpanel.
Un dato relevante del informe es que el ajuste de consumo en los hogares no responde a un único criterio, es decir, en aquellas categorías de mayor penetración se ajusta por frecuencia y en las de menor por compra por acto.
En ese sentido, los canales cobran relevancia: 72% de los hogares visita más de siete canales para hacer sus compras y son más los hogares que compran en varios canales. La finalidad de esto es hacer más eficiente el presupuesto y así contrarrestar el efecto inflacionario de precios.
Respecto al panorama del futuro, los hogares demostraron estar dispuestos a seguir buscando alternativas que beneficien su bolsillo. De hecho, desglosando este indicador se encontró que 46% de los hogares cambiaría sus hábitos de compra a marcas más baratas; 18% en definitiva tomaría la decisión de cambiar y 28% está dispuesto a hacerlo.
Desde una perspectiva empresarial esto también se percibe. Marta Nicolas, CEO Americas de Samy Alliance, una agencia global de marketing y contenidos, resalta que “85% de los directivos de marcas de consumo admiten ese sentimiento de fragilidad global, con el fantasma de la inflación como gran desafío para el nuevo año”.
La muestra del estudio fue de 6.000 hogares de todos los niveles socioeconómicos. Se recogieron compras reales semana a semana en 60 ciudades del país para un universo total de 9,8 millones de hogares, con una cobertura de 80% de la población urbana. Según el Dane, el ingreso promedio de un hogar en el país es de $1,4 millones.
“La disminución de la frecuencia de compra junto a la visita a más canales implica para los fabricantes la necesidad de estar disponible en más lugares y de más formas, un reto completo a la innovación y distribución de las compañías para 2023”, agrega García. Si bien la búsqueda de los productos baratos es algo colombiano, cobra más relevancia para esta época.