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Según el estudio entregado por Euromonitor los estilos de vida minimalistas y decir “no” a muchas decisiones de compra serán las tendencias de los consumidores
La cuarta revolución industrial no deja de tocar la puerta de cada uno de los sectores de la economía, y el comercio no se queda atrás. Así como ha cambiado la forma en la que se producen cada uno de los productos en venta, la forma de venderlos y de consumirlos también.
En el reciente informe entregado por la firma de investigación Euromonitor sobre las tendencias de consumo para este año, los estilos de vida minimalistas, decir “no” a muchas decisiones de compra, invertir el dinero obtenido en experiencias y la preferencia de probar antes que comprar son aquellas que moverán el mundo del comercio durante este año.
Plataformas como Facebook, Instagram y el e-commerce en general han cambiado la forma en la que se vende y compra, y los almacenes deben adaptarse para satisfacer las necesidades de los nuevos consumidores. Así lo reafirma Óscar Cabrera, gerente de analytic consulting Nielsen Colombia, quien manifestó “Colombia está enfrentando una nueva realidad, y los fabricantes deben tener esto en mente. El país ya tiene un nuevo comprador, que es más exigente y conectado con dispositivos móviles”.
La conciencia al momento de comprar es uno de los principales puntos que se convierte en tendencia entre los consumidores, pues según la firma de investigación, “internet ha jugado un papel crucial en aumentar la conciencia sobre temas globales, inspirando a los consumidores a buscar mayor responsabilidad social. Los consumidores más jóvenes están buscando una mayor conciencia y bienestar, escogiendo vidas más sanas orientadas a reducir el daño hacia sí mismos, los demás y el mundo que los rodea”.
Los clientes durante este año tendrán en la mente el precio y el beneficio que le está entregando cada uno de los productos que pone en la canasta, y esto precisamente se convierte en un reto para los productores y grandes almacenes, ya que los compradores modernos “en lugar de aspirar a tener cosas, están a favor del minimalismo y de vivir el momento. Esto significa no estar ligados a posesiones. Los prestatarios desean acceso y no propiedad, ya sea a través de participación, intercambio, arriendo o streaming”, dice el estudio.
Con un público exigente, la cultura del reclamo sale a relucir, y es cuando redes sociales como Twitter, Facebook, Instagram u otras se convierten en el arma más potente al momento de levantar la voz por algún tipo de inconformidad con productos o servicios, y según Euromonitor esta tendencia aumentará en la medida en que más personas tengan acceso a internet.
En desarrollo de canales como, los discaunter seguirán siendo de vital importancia, el comercio digital tendrá un crecimiento importante, los mercados hipermayoristas también tendrán un aumento y el retail con realidad aumentada se expandirá, lo que se traduce en un cambio también de experiencia de compra.
Según Cabrera, esas experiencias se basan en que el nuevo shopper tenga la oportunidad de probar primero el producto, que al momento de comprar lo conecte con algo más allá que un solo producto, y, principalmente, que tengan la oportunidad de vivir la experiencia a través de sus dispositivos móviles.
Pero este no es el único reto, pues según Alison Angus, jefa de estilos de vida en Euromonitor International, “el mercado de consumo aún enfrenta obstáculos como las regulaciones específicas de cada país. Las empresas necesitarán ser claras y directas con los consumidores con respecto a las limitaciones de sus hallazgos o arriesgarán perder su confianza”.
Con estas tendencias también la tecnología tendrá un cambio, pues los celulares seguirán siendo los dispositivos más poderosos y la analítica y experiencia del usuario en canales digitales será primordial.
Acumular puntos y el cashback se posicionan como modelos para que los consumidores accedan a precios más bajos en el mercado