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Vela, remo, motonáutica y esquí náutico son algunos de los deportes que más llaman la atención entre locales y extranjeros
En Cundinamarca no hay mares, pero sí hay lagunas, represas, embalses y lagos que permiten practicar todo tipo de deportes acuáticos. Estos pueden realizarse con guías o de forma independiente, todo de acuerdo a las condiciones del deportista.
Vela, remo, motonáutica y esquí náutico son algunos de los deportes que más llaman la atención entre locales y extranjeros en cualquier parte del país.
Sergio Llano, fundador de Mi pez Adventures, una escuela abierta al público para aprender de deportes náuticos, nos comenta que wakeboarding y wakesurf son los deportes más populares entre sus clientes. Wakeboarding consiste en “hacer saltos, giros y trucos en el aire con una tabla pegada a los pies. Es como si fuera la tabla de nieve, pero en el agua” nos explica. Mientras que wakesurf, se basa en surfear con las olas que genera la lancha que arrastra la tabla.
En general, la forma más común para practicar estos deportes es mediante la inscripción a clubs tales como el club náutico El Portillo o el club náutico Muña, ambos ubicados en Guatavita. En estos lugares se puede hacer uso del equipamiento deportivo bajo la dirección de un instructor. Aunque los costos varían dependiendo de los instructores y del deporte. Por ejemplo, la inscripción de los cursos de vela cuestan alrededor de $200.000 mensualmente, según uno de los asesores del club náutico Muña.
Con respecto a los costos de los deportes acuáticos con tabla depende mucho del tipo de lancha que se esté utilizando. “En todas las lanchas se puede aprender, pero hay diferentes modalidades. Hay lanchas adaptadas para esquiar, lo que hace que sea mucho más costo” dice Llano. Sus tarifas oscilan entre $230.000 y $340.000 la hora, aunque la clase puede compartirse con más personas.
Aquí también entran deportes extremos que involucran agua tales como el torretismo, canyoning y rafting. Estos implican estar en contacto con la agresividad del agua, ya sea a través del raudal de un río o en una cascada.
Por el nivel de riesgo que manejan, su costo puede ser elevado. “Es un tema delicado, puede ser muy divertido, pero cuando tú ves al guía lo importante es que este pueda manejar a los clientes sin ninguno problema y si algo sucede poderlo solucionar rápidamente” apunta Camilo Samper, de la agencia Aventura Extrema. Los costos que manejan van desde $50.000-$60.000, y en rafting entre los $100.000-$120.000 dependiendo del recorrido. La agencia realiza estas actividades en el embalse de Tominé en Guatavita
A diferencia de otros deportes, estos requieren un esfuerzo económico extra y es el transporte. En carro particular, para viajar a algunos de estos sitios que cuentan con cuerpos de agua como en Gutavita, Tobia y Útica no bajan de $100.000. Sin embargo, existen otras alternativas como los buses intermunicipales que reducen el costo.