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Empresas de alimentos, belleza y retail, como Mondelēz, L’Oréal y Cencosud, han realizado negociaciones con proveedores para no aumentar precios
La inflación ya supera máximos de varias décadas en todo el mundo, como consecuencia de la pandemia, del aumento en los precios de la energía, la crisis logística, escasez de materias primas, crisis geopolítica entre Ucrania y Rusia, y más factores que elevan el costo de vida.
En términos de consumo masivo, este aumento ha ejercido una presión importante en los consumidores, los cuales desincentivan el gasto en ciertas categorías para optimizar el presupuesto. No obstante, las empresas también han desarrollado diferentes estrategias para hacerle frente a este indicador.
En el contexto internacional, algunas compañías han optado por la práctica ‘Shrinkflation’ o ‘reduflación’, que consiste en reducir el tamaño de un producto, pero manteniendo su precio de etiqueta, debido a los altos valores en suministros para la elaboración de estos, principalmente de bebidas y alimentos.
Con esta táctica que puede resultar ‘sutil’, cuando los consumidores no notan grandes cambios o no leen las etiquetas de lo que consumen, intentan no impactar ambos bolsillos.
Este camino lo tomó Mars Inc. en 2017, cuando redujo Maltesers, M&M y Minstrels en Reino Unido en hasta 15%, mientras que en 2021, Walkers retiró dos bolsas de papas fritas de su paquete de 24, pero mantuvo el mismo precio.
Otro ejemplo similar sucede con el chicle, pues el aumento del precio del azúcar, sumado a las limitaciones relacionadas con el diseño, ha llevado a muchos fabricantes a insertar un hueco dentro del dulce, que antes era macizo.
¿Qué pasa a nivel local?
Según los más recientes datos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la inflación para mayo de 2022 llegó a 9,07%. Esta variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) hace que las personas gestionen el dinero guardado con el fin de esquivar el efecto del indicador.
“El shopper buscará nuevas formas de ahorro, tanto en los canales que visita como en los contenidos y desembolsos que realiza en su compra. Inicialmente, el comprador tratará de priorizar las canastas de alimentos, aseo personal y aseo del hogar, en su mayoría dando menor importancia a las canastas de belleza y bebidas. Así mismo, buscará ahorrar a través de las opciones más económicas por volumen y comprará tamaños más pequeños en ciertas categorías no prioritarias”, dijo Jaime García, country manager para Kantar Worldpanel en Colombia.
Aunque las marcas de consumo masivo han manifestado que la primera opción no es aumentar precios para no perjudicar a sus clientes o incluso ‘perderlos’ por otras ofertas del mercado, algunas han tenido que acomodar sus tarifas dada la coyuntura.
“La inflación ha implicado ajustar los precios de venta, pero lo hemos hecho en la menor medida posible para limitar el impacto en el consumidor final al tiempo que mantenemos ofertas recurrentes. Igualmente, trabajamos constantemente de manera conjunta con nuestros proveedores para minimizar estos impactos en nuestra cadena de valor. Aunque estas acciones inevitablemente impactan el margen final, las tomamos teniendo en cuenta las necesidades de nuestros clientes y nuestra promesa de ofrecerles la mejor experiencia de compra”, aseguró a este diario la empresa de retail Cencosud, la cual opera en el país a través de las tiendas Easy y Jumbo, bajo el liderazgo de Marta Lucía Henao.
Otras marcas apuestan por la reducción en costos de producción, así como por encontrar otros proveedores de suministros que otorguen mejores precios. Este es el caso de L’Oréal, la empresa de cosméticos y belleza que creció 16,1% en sus estados financieros de 2021.
“Estamos revisando todas aquellas variables que están en nuestro control para evitar incrementos exagerados de precios , como por ejemplo renegociación con proveedores de servicios y materias primas, control de gastos y utilización de tecnología que nos ayude a volver la operación más eficiente”, señaló Alberto Mario Rincón, director general de L’Oréal Ceran.
Por su parte, Mondeléz, que según su director en Colombia, tiene 80% del mercado de chicles a nivel nacional, ha ejecutado diferentes estrategias para seguir potenciando el consumo de sus productos a pesar de la inflación.
“Nuestra estrategia es acompañar al consumidor durante todo momento, por lo cual estamos trabajando fuertemente en potenciar canales emergentes y diversificar el portafolio de nuestras marcas, encontrando diferentes opciones que nos permitan impactar lo menos posible a los consumidores, ya sea con nuevos formatos o innovaciones que permitan continuar y potencializar el consumo de marcas líderes como Oreo, Trident, Club Social, entre otras”, señaló Julián Solarte, director general de Mondelēz Internacional en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.
La empresa tiene la meta de facturar US$170 millones para 2023 en Colombia.
Categorías más impactadas en sus precios
Según el informe Consumer Insights Q4 2021: perspectivas de la inflación y oportunidades a para seguir creciendo, de Kantar, en 2021 se observó un crecimiento de 5% de la canasta en volumen y 20% en valor si se compara con los datos registrados en 2019.
La canasta de aseo del hogar y aseo personal experimentaron los menores aumentos de precio, mientras que alimentos, bebidas y lácteos fueron afectadas en mayor medida con alzas en precios, pero con variaciones negativas en consumo, de 11%, 9%, y 15%, respectivamente.