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Pérsival Producciones ha girado en EE.UU. con artistas como Ricardo Montaner, y en Colombia produce el sonido para los conciertos del Movistar Arena
Desde la reactivación económica y cultural posterior a la pandemia se ha visto un crecimiento exponencial de la industria de los espectáculos en el país, tanto así que se considera una plaza imperdible de la región para los artistas.
Detrás de los cantantes, las promotoras y las tiqueteras, también está el gremio de la producción de estos eventos,en el cual la empresa Pérsival Producciones ha tomado parte del mercado produciendo espectáculos tan grandes como los conciertos de Bad Bunny, y de Karol G en el estadio Atanasio Girardot en Medellín, y varias giras en Estados Unidos.
Mauricio Agudelo, CEO de la empresa le contó a LR que para llegar a este punto, inició desde los 15 años realizando minitecas y produciendo la iluminación de pasarelas en las cuales también modelaba, luego pasó a organizar fiestas corporativas, y con estas ganancias reinvertía todo en mejor equipo para prestar un servicio óptimo y cada vez subir de liga.
Cuando empecé a estudiar comunicación social hacía parte de un grupo de humor muy famoso, Loco Loco, hacíamos parodias para el programa La Luciérnaga de Caracol, ahí iban los alcaldes de los municipios a promocionar sus fiestas, entonces los entrevistamos y después le decía, yo puedo montar la tarima, las luces, etc., esa plataforma me fue abriendo las puertas hasta un punto donde tuve que tomar una decisión de hacer una sola cosa.
Ahí la empresa empezó a crecer mucho más, a hacer eventos de mayor envergadura. Nos ganamos las primeras licitaciones localmente con la Alcaldía de Medellín, con la Gobernación de Antioquia, y FLA. En 2008 invertimos en un sistema de audio de Meyer Sound una de las marcas más importantes del mundo y cuando trajimos ese sistema pasamos a otro nivel, nos volvimos un poco más nacionales, de las primeras giras fue Alberto Plaza en la plaza de Toros la Santamaría Bogotá, eso nos empezó a abrir muchas puertas.
Hicimos Metallica en el parque Simón Bolívar. En su requerimientos técnicos pedían un equipo que iban a traer de Estados Unidos, pero Meyer Sound le notifica a la banda que se acaba de vender un sistema Leo para Colombia, que nosotros compramos en 2014.
Éramos la empresa que había hecho la producción de metallica y eso nos abría todas las puertas.Por eso hicimos la gira de Juanes con unas locaciones súper chéveres, un concierto en la mitad del río Sinú, en el estadio de Pereira, la plaza de Pasto, hicimos el Festival Iberoamericano de Teatro, ahí la empresa se volvió una operación muy nacional. Desde 2021 estamos operando fuera del país.
De las crisis nacen las grandes oportunidades, lo comprobamos en pandemia. Nos dedicamos a sobrevivir con conciertos virtuales, inventar cosas simplemente para mantener la nómina, congelamos todos los créditos, Bancoldex nos prestó, el gobierno nos ayudó pero fue una situación bastante difícil.
Nosotros teníamos un equipo que ya estaba pago en Estados Unidos, pero cuando entramos a pandemia lo dejamos allá porque lo que valía importarlo, pagar el IVA y nacionalizarlo con eso pagamos la seguridad social de tres meses.
Entonces cuando Estados Unidos se reactiva, un amigo me dijo, ¿por que no traen un equipo que aquí hay mucho trabajo?, y yo ya lo tenía en una bodega en Miami, entonces decido ir a hacer una preproducción y termino sentado con la producción de Marc Anthony que estaban buscando un sistema como el que nosotros tenemos, lo que terminamos haciendo fue mandando un par de contenedores de Colombia para Estados Unidos para completar el equipo, e hicimos Marc Anthony por las grandes arenas.
Terminamos convirtiéndonos en la primera compañía de Suramérica que giraba en Estados Unidos, y la primera compañía de Sudamérica en sonorizar el Madison Square Garden.
Cuando íbamos a devolver el equipo para Colombia, Loud and live y otros promotores nos dijeron que si podíamos hacer la gira de Roberto Carlos, de Juan Luis Guerra y de Ricardo Montaner. Entonces de una importación temporal, nos convertimos en una LLC, una compañía constituida en Estados Unidos, desde 2021, y hemos hecho la gira de Rubén Blades, la presentación de Messi en el Inter de Miami del año pasado, una cantidad de eventos increíbles.
Una cosa es la inversión en audio, iluminación, vídeo y en la estructura. Nosotros operamos todo desde la parte técnica, el escenario, el techo, la tarima, el video, las pantallas LED, el circuito cerrado, todo completo.
La última inversión fue el equipo para el Movistar Arena, que lo empezamos a operar este año, D&B un sistema de audio alemán de US$3,2 millones, más la inversión en vídeo y en iluminación y video otros US$3 millones.
Básicamente los artistas tienen su crew bien determinado y su equipo de producción define cuál es el rider de ese artista, los requerimientos técnicos basados en un diseño, dicen la pantalla de tanto por tanto, con pantallas laterales, luego la iluminación, tienen tantas luces, etc, igualmente en cuanto al audio tienen una marca de preferencia por la forma en que suena el artista, y con eso determinan que consola, que capacidad, cuántos canales, cuáles son los instrumentos, una batería completa, un par de pianos, bajo, guitarra, tantas voces, etc y se va armando este rider.
Los artistas mandan ese rider y lo que nosotros hacemos, si tenemos todo el equipo al pie de la letra lo ponemos tal cual, pero hay una palabra que se usa y es el contrarider, una contrapropuesta, que si piden un tipo de luz de una marca entonces damos otra opción para llegar al acuerdo.
Creamos la compañía Thunder para operar el Movistar Arena. El contrato fijo es el sistema exclusivo de audio. El de iluminación y video el promotor lo puede llevar con otro productor, pero la idea es que estando allí seamos la primera opción para lo demás y podamos prestar un servicio integral. Nosotros cobramos el audio y le damos una parte al Movistar, entonces no hay un valor fijo sino que hay una permanencia inicial por cinco años donde nos contratan a nosotros para que ellos le garanticen toda la tranquilidad al promotor.
El negocio es muy interesante para nosotros por el volumen, aunque podemos cobrar un sistema de audio mucho más caro en un estadio o en eventos más distantes como el Festival Vallenato, la ventaja es que en el Movistar el equipo está montado y puede haber semanas de cinco shows, más los eventos corporativos que resulten.
Este año ya llevamos una cantidad bien importante de eventos, en un fin de semana hicimos Martin Garrix, No te va a gustar y Gilberto Santa Rosa, entonces lo qué hacemos es tratar de unificar para que el equipo se pueda optimizar la mayor cantidad de veces y no tener que cambiar todas las referencias.
También hicimos Quevedo, Paulina Rubio, el Festival Suena, La Cantina más grande de Colombia, que tiene 10 artistas y una tarima giratoria, este fin de semana estuvo Laura Pausini, y esta semana tenemos Glory Days, Greeicy y cerraremos el domingo con Flor Bertotti, Floricienta.
Todos los diseños son diferentes y ahí donde se vuelve un reto demasiado chévere, la gente va un día al sitio y si va al otro día va a encontrar una producción totalmente distinta, un cambio extremo siendo el mismo equipo o muy similar.
US$6,5 millones. Nosotros tenemos un retorno de la inversión en unos cinco años pero autosostenibles, que empiece a dar la utilidad marginal va a ser a partir de los cinco años.
El equipo y la mejor tecnología es importantísima, pero lo más importante de Pérsival es su gente, no podemos prestar un excelente servicio sin las personas. En este momento tenemos vinculados en Persival directamente a 64 personas, en Thunder tenemos vinculadas 16 personas, y a eso le tenemos que sumar los freelance que se contratan para apoyar en montajes, en un evento que vamos a otra ciudad viajan 32 personas, más quienes estén localmente.
La oficina principal está en Medellín, y Bogotá que está medianamente grande porque hacemos Estéreo Picnic, Baum Fest, Movistar, etc, y también tenemos una bodega en Miami. Lo que hemos hecho desde el año pasado es tener esos equipos de trabajo en cada una de las ciudades y todo el tiempo están viajando refuerzos.
Por ejemplo, la semana pasada salimos a Barrancabermeja para el concierto de Silvestre Dangond, pero también estábamos en la plaza de toros de Medellín y tuvimos a Laura Pausini en Bogotá, entonces todo está pasando simultáneamente, y ya terminamos la gira de Morat hace 15 días en Estados Unidos, mientras que estábamos haciendo La Solar en Medellín y Paulina Rubio en el Movistar Arena. Son equipos establecidos que los vamos reforzando de acuerdo a la agenda.
Estamos entre las tres compañías más grandes del país. En la Florida estamos entre las cinco empresas más grandes de audio. En Latinoamérica hemos ido con cosas puntuales, la iluminación de Ricardo Arjona en Córdoba, Rosario y Montevideo, y ahorita en el AfterLife de Perú llevamos gran parte de la iluminación y salimos a Ecuador.
Cerramos en $22.300 millones en 2023. En 2024 tenemos una proyección de crecimiento de 25% en Colombia, que obedece al crecimiento que estamos haciendo como Persival y en lo que tenemos como Thunder en Bogotá.
Consolidarnos mucho mejor en Bogotá, hemos mirado también otras opciones de crecer en otras ciudades hacia la costa donde operamos muchísimo, siempre estamos en el Festival Vallenato y el Carnaval de Barranquilla.
Queremos sobre todo tener el inventario para poder trabajar más en simultáneo. En Colombia operamos muy diferente a Estados Unidos, en este por la geografía y por las arenas podemos ir a 40 ciudades con el mismo equipo girando con ocho tractomulas. Aquí no, así se quisiera ir de Bogotá a Barranquilla las horas no dan, y una cosa es el Campín y luego el Puerta de Oro, entonces estructuralmente es muy diferente.
A mediano plazo es establecernos mejor en Estados Unidos, necesitamos también mejorar el inventario porque hemos tenido mucho trabajo al que le hemos tenido que decir que no, porque no tenemos la capacidad.
No tenemos un contrato otra locación como tal, pero sí tenemos contratos con promotores muy grandes como Diomar García, con el que hacemos conciertos gigantescos; Páramo, que ya tenemos un contrato marco para un escenario que vamos a hacer en Estéreo Picnic y el resto de cosas las vamos negociando sobre la marcha cuando vayan llegando los Riders; con ellos hicimos Andrés Cepeda, Andrés Calamaro y ahorita vamos a hacer Juanes y todos son precios muy diferentes porque los riders son muy diferentes y porque también los aforos pueden cambiar.
El valor de los contratos son muy variables por los riders. Montar un estadio para Morat y Juanes puede valer $1.000 millones, el mismo estadio para un Súper Concierto puede valer $750 millones o para un evento cristiano muy grande vale $500 millones, ¿por qué si es la misma cantidad de personas y el audio? por los riders, que tienen requerimientos que lo hacen muy diferente. Hay un tarifario de equipo que lo vamos armando, y cuando tenemos el rider lo aterrizamos a la realidad.
En un festival lo que se hace es que se recolectan todos los riders, se echan como a una licuadora y se saca una mezcla basada en el headliner de ese escenario que es del que se toma la mayor cantidad de cosas.
Así pasa en los escenarios del Estéreo Picnic o en el Festival Vallenato que ahorita tenemos en la misma noche a Carin León, Grupo frontera, Mora y Silvestre, todos con riders súper diferentes; entonces hay que tratar de que cada uno tenga su toque de su iluminación y vídeo, pero claramente en media hora, que cambiamos de un artista a otro, no podemos cambiar el diseño de la pantalla y las luces.
En Estéreo Picnic trabajan muchas compañías y también está el tema comercial con stands de marcas con más pantalla y luces que incluso un escenario, entonces se vuelve un tema muy nutrido desde lo técnico y donde se genera de verdad demasiado trabajo para el gremio.
Esta industria ha crecido demasiado, Colombia ha crecido demasiado con los artistas que estamos exportando, tener a Karol G entre las cinco giras más grandes del mundo al lado de Taylor Swift pone a Colombia en un nivel muy grande.
No solamente somos las empresas de renta, uno va a girar por el mundo y se encuentra una cantidad de productores, ingenieros de audio, iluminadores colombianos porque el nivel de los artistas ha hecho que todos nos tengamos que exigir demasiado, eso nos pone en una situación muy chévere y complicada porque ya somos un referente mundial.
Entonces el gran reto es estar a la altura desde el profesionalismo con el cual se pueda recibir a la gente con el idioma y con el manejo técnico. El reto más grande es poder certificar a la gente labora en producción, que se puedan profesionalizar mucho más, porque hasta este momento si bien hay ingenierías de audio y unos cursos muy interesantes, es un gremio en el que la gente sigue siendo muy empírica.
El gremio ha ido creciendo bastante y la gente está estudiando muchísimo. En la Universidad San Buenaventura y varias universidades ya hay ingeniería de audio y la gente lo ha buscado como una profesión. Se han creado muchos cursos, y yo le he apostado mucho al profesionalismo y a crear una bolsa de empleo del entretenimiento de la parte técnica.
Es muy aspiracional, porque la gente siente una gran gratificación al final en lo que hacemos. Por ejemplo, los riggers, que cuelgan las estructuras, es gente que hace alturas, pero que lo va a profesionalizando como tal y ya hay una gran demanda en Colombia.
Hay mucha pasión porque es muy complejo, el equipo pesa mucho, el sol quema duro, el equipo no se monta solo, para que el ingeniero se tome la foto en la consola ya han pasado tres días montando, cargando y descargando camiones.