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Se venden hasta 1.200 hamburguesas al mes en un food truck. En el caso de los perros calientes, sus ventas alcanzan 80% de ese total y las pizzas llegan a 50%
Una de las costumbres más comunes de un colombiano luego de salir de una fiesta entre dos y tres de la mañana es buscar algo de comer. En este escenario, el perro caliente es la comida rápida más apetecida en todas las regiones.
No obstante, si observamos el mapa de la comida rápida en general, el perro caliente pasa a ser la segunda opción del colombiano al abarcar 40% de las ventas, viéndose superado por las hamburguesas, que representan 50% según Juan David Piedrahita, director del Food Trucks Fest de Medellín.
Para realizar este informe, LR centró su búsqueda en el consumo de comida rápida desde los food trucks, tendencia que trae de vuelta el look vintage de los años 60 y que forma parte de la nueva moda que crece en las grandes ciudades: comer productos gourmet en la calle.
El estudio se enfocó en los food trucks porque no existen datos generales sobre consumo de comidas rápidas en la calle dado el alto nivel de informalidad laboral.
Sobre la cantidad de perros calientes que un food truck puede vender al mes, Piedrahita comentó que el producto abarca 80% del total que logran las hamburguesas, que oscilan entre 800 y 1.200 mensuales. En cuanto a las pizzas, que ocupa el tercer lugar de productos más vendidos en los food trucks, abarca 50% de esa cantidad.
Otro de los factores con los que debe competir el perro caliente es que no hay locales especializados en el producto, sino que comparten carta con otros. Sin embargo, sí ha servido como fuente de inspiración para algunos food trucks reconocidos.
Es el caso de Sir Frank, creado por el empresario Maurizio Mancini, quien comentó a LR que el nombre ‘Frank’ se inspiró en Frankfurt, la ciudad alemana donde nació el perro caliente. Paradójicamente, es el tercer producto más vendido del lugar, viéndose superado por las hamburguesas y las mazorcadas.
Otra de las paradojas que se dan en Sir Frank es que los perros calientes suelen ser más costosos que las hamburguesas, aunque esto se debe principalmente a los ingredientes que se utilizan para su preparación.
“Nosotros usamos salchichas kohler o diferentes términos para prepararlas, entonces un perro caliente con salchicha de estas o ingredientes de primera categoría va a estar al mismo precio de una hamburguesa”, agregó Mancini.
Este escenario se presenta incluso desde los precios iniciales, pues una hamburguesa de Sir Frank puede comenzar con un costo de $11.000, mientras que el perro más económico costaría $13.000.
Las tendencias por región
Una de las particularidades del perro caliente es que es una comida con la que se puede experimentar constantemente (ver recuadro). Gracias a ello, cada región del país ha logrado darle su toque personal que funciona como complemento para el pan, la salchicha, el queso y las salsas (tomate, mayonesa y mostaza).
Según comentó Piedrahita, en ciudades como Medellín se ha incluido al huevo de codorniz como un ingrediente frecuente en los perros calientes, mientras que en la costa Caribe se han probado combinaciones con queso costeño, que no tuvieron una recepción del todo favorable. Por su parte, al sur del país se han traído muchas variedades “italianas o mexicanas”, pero al final se ha apostado más por lo tradicional.
Consumo de comidas rápidas
Según datos de Nielsen, 38% de los colombianos come por fuera de casa una o más veces por semana. En ese panorama, 53% se decantan por comidas rápidas. Por su parte, la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) destacó que en la capital del país es más frecuente el consumo semanal de comidas rápidas, que asciende a 34%, seguido del quincenal, que llega a 28%.
Un producto para experimentar
Según comentó Mancini, el perro caliente es una de las comidas con mayor margen para experimentar. Tanto así, que la oferta de Sir Frank incluye opciones como el ‘Black and White’ que contiene trufa negra y queso gruyere; el ‘Mac and Cheese’ , que tiene macarrones con queso encima; o el ‘Pepperoni Pizza’, que contiene mozzarella, pepperoni y pasta pomodoro. No obstante, mencionó que estamos “muy atrás” frente al panorama que se ve en otras ciudades como Chicago, donde los locales se caracterizan por hacer sus propias salchichas usando productos como pato, langostinos o mariscos.