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LR compró una lista de 20 productos en una plaza de mercado, en una tienda de barrio, en un supermercado y, además, utilizó la aplicación Merqueo
Una de las preguntas que se hacen frecuentemente en los hogares, con el fin de disminuir sus gastos mensuales, es dónde resulta más barato ir a mercar. En la mayoría de los casos, la respuesta es que hay que ir a diferentes lugares para obtener el total de productos que se requieren a precios más bajos.
Para confirmar esta tesis, hice una lista de 20 productos de la canasta básica y los compré en una tienda de barrio, en una plaza de mercado, en un supermercado y hasta en una aplicación, llamada Merqueo. Para mayor rigurosidad de este trabajo, ubiqué las mismas presentaciones y marcas. Donde no encontraba el producto, lo sacaba de la lista.
Como en estos tiempos la forma más común para hacer mercado es el celular, empecé por hacer mercado en Merqueo. Uno de los puntos a favor de esta plataforma es que la experiencia de uso fue bastante intuitiva, además de su valor diferencial per se, no fue necesario desplazarme para obtener el pedido.
De la lista de 20 productos elaborada, en la plataforma encontré 16, haciendo la salvedad de que cuatro de ellos solo podían solicitarse en porciones de 600 gramos y el ejercicio inicialmente estaba presupuestado con ítems de 500 gramos para dichos casos. En total, el costo de estos productos fue de cerca de $110.000.
Luego me dirigí al sector de Fontibón para buscar una tienda de barrio promedio, donde pudiese comprar la mayoría de los productos. Después de caminar durante tres minutos por la zona, encontré el lugar indicado, con una fama o carnicería al lado, y donde una pareja de esposos me ayudó a completar mi pedido. En ese lugar también conseguí 16 de los 20 productos de la canasta seleccionados y el monto fue menor a $90.000.
Entre las ventajas de comprar en estos establecimientos se encuentra la cercanía a la casa, la empatía con los vendedores y, por supuesto, algunos precios más bajos. “También hay un gusto adquirido de ir a la tienda y socializar con el tendero”, destacó el director de Fenaltiendas, Juan Ernesto Parra, sobre los beneficios de mercar en este tipo de establecimientos.
Finalizada la compra allá, tomé un taxi hasta la plaza de mercado de la localidad, la cual hace parte de las plazas acogidas por el Ipes. En este espacio, aún con varios locales por llenar, se vio una oferta bastante amplia en productos como hortalizas, frutas y verduras, los cuales destacaban por su frescura.
Tras concluir el recorrido por toda la plaza, solo había un sitio para comprar otro tipo de productos, como leche, aceite o café. Con esto, se completó la compra de 13 de los 20 productos, a falta de varios de los que tienen procesos más industriales como la leche en bolsa. El costo total de este mercado fue de cerca de $46.000. Aunque la falta de variedad puede verse como una debilidad, las plazas generalmente se encuentran rodeadas de pequeños locales que complementan la oferta comercial.
Finalmente, completé la experiencia de hacer mercado, pero esta vez en una cadena de retail, que también opera en la localidad. Acá, la ventaja fue la amplia variedad de productos, pues compré 19 de la lista de 20 productos. En el supermercado, el precio por dichos productos fue de aproximadamente $123.000.
La comparación entre las cuatro opciones
Solo nueve productos se encontraron en las cuatro alternativas. Entre ellas, la diferencia de precio de la lista reducida no fue alta. Haciendo la salvedad de que para algunos productos se utilizaron porciones de 600 gramos por la disponibilidad, Merqueo presentó un costo levemente superior con $41.000. El menor monto se presenció en supermercados ($36.189), mientras que en la tienda de barrio y en la plaza registraron totales de $38.350 y $37.800, respectivamente; en estas últimas, los vendedores aludieron alzas en los precios debido al paro y a Semana Santa.