Un buen servicio a la mesa

Los restaurantes en mi opinión, pueden ser evaluados por dos características principalmente: la calidad de la comida y la calidad del servicio, y es de este último por el cual me siento motivada a hablar dada las experiencias que he recogido en el último mes.

Hace unos días asistí a La Vecindad Mexican Grill, un restaurante de comida mexicana, el cual con su temática del Chavo del 8 genera grandes expectativas. En su carta, los nombres de sus platos permiten recordar momentos agradables y la calidad de sus platos es buena, sin embargo el servicio tiene poco de admirar. En mi opinión el servicio se ve evaluado no solo por la rapidez en la que se sirven, si no de diferentes aspectos, que van desde, el saludo, hasta la actitud servicial o de interés que muestran las personas del establecimiento.

En este caso, aunque el servicio es rápido, esperaba que los meseros fueran amables, que sonrieran, que tuvieran disposición para resolver nuestras dudas sobre los datos o en atender nuestros pedidos adicionales; en resumen, que nos hicieran vivir un momento agradable. Puede presentarse que problemas de la organización generen este tipo de actitudes en el personal, o tal vez, que este no fuera el mejor día de la persona que nos atendió, pero lastimosamente en estas razones no piensa el cliente al momento de dar su juicio sobre el restaurante y experiencias como estás hacen que estos no lo vuelvan a visitar. Por el contrario, el fin de semana pasado, estuve en Sopas de Mamá y Postres de la Abuela, un restaurante reconocido en la ciudad. Nuevamente me encontré con una comida deliciosa pero en esta ocasión, con un excelente servicio al cliente.

En la entrada del establecimiento, había una persona que dando la bienvenida, en seguida nos sentamos a la mesa, una persona nos ofreció la carta y esperó a que tomáramos la orden siempre sonriendo a pesar del tiempo que nos demoramos en tomar la decisión.

Nos ofrecieron una bebida mientras esperábamos y durante todo el tiempo estuvieron atentos a cualquier solicitud. En general, más allá de que el tiempo de atención fue adecuado y que cuentan con personal suficiente para atender todas las mesas, sin que debiéramos esperar para pedir otra bebida o la cuenta, es la actitud de las personas que allí trabajan, el trato amable, sonreír, saludar, dar la bienvenida, mostrarse servicial, atento e interesado por lo que el cliente necesita.

En ocasiones los restaurantes no tienen en cuenta que el éxito del negocio esta en sumarle a una comida deliciosa, una buena atención o servicio a sus comensales, teniendo en cuenta que cuando estos acuden a su establecimiento, no solo lo hacen por alimentarse sino por pasar un buen rato con su acompañante. En pocas palabras, deben preocuparse por hacer sentir al cliente como si estuviera en su casa.