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La renuncia de una parte del gabinete ministerial es una figura conocida en las democracias y en la historia del país, según expertos
En la noche del martes, el presidente Gustavo Petro le pidió la renuncia protocolaria a todo su gabinete ministerial. La razón, según el mandatario, obedece a que "la invitación a un pacto social para el cambio ha sido rechazada".
Hoy, el primer mandatario confirmó ocho cambios: en Hacienda, TIC, Transporte, Salud, Interior, Agricultura, Ciencia y Dapre.
El impacto más fuerte fue el golpe a la reforma a la salud, que ayer completó su primer debate en la comisión séptima de la Cámara con 10 votos a favor y ocho en contra, pero que sigue sin contar con el apoyo de los partidos que hasta ayer, según un tuit del presidente, hacían parte de la coalición de gobierno como el Liberal, Conservador, de la U y Cambio Radical.
Según el analista Guillermo Trujillo, el pedido del Presidente es más normal de lo que parece, y es una figura utilizada en gobiernos como los de Alfonso López Michelsen (1974-1978), Julio César Turbay (1978-1982), Belisario Betancur (1982-1986) y Virgilio Barco (1986-1990).
De hecho, la última vez que se pidió, pero que no es catalogado como una crisis según Trujillo, fue en 2017, cuando el presidente Juan Manuel Santos quiso recomponer sus fuerzas políticas a un año de terminar su mandato y con el nuevo ciclo legislativo.
"La última "crisis" de gobierno la vimos con Santos, cuando en 2012, para sacar adelante el proceso de paz, le pidió la renuncia al general del ejército. Pero como tal esto de los ministros, que cambió con Uribe, se utiliza con frecuencia para realinear los fines políticos y dejar en libertad el gabinete para reorganizarlo al gusto".
Agregó que normalmente el presidente siempre ratifica a los cercanos con su proyecto político y cambia o reasigna a los que no están respondiendo a esas líneas de interés.
Ahora, expertos aseguran que esta crisis puede ser como la que vivió el presidente Pastrana en 2000 o la de Carlos Lleras Restrepo en 1968, pues se gestaron ante propuestas de reforma en el Congreso -una liberal, otra anti-liberal- en una el Gobierno salió fortalecido y en otra salió fortalecida la oposición que lo salvó.
Frente a este simil, Trujillo aseguró que sin duda la de Pastrana ha sido una de las peores crisis en los últimos años, pues en ella el Congreso llegó a amenazarlo con la posibilidad de destituirlo.
"La crisis de Pastrana fue grave, pues el Mandatario al ver que no le pasaban las reformas le dijo al Congreso que iba a tocar revocarlo, pero no contó con que el Legislativo le respondiera que 'más bien lo iban a sacar a él'. Ahí le tocó sacar a Néstor Humberto Martínez, quien era el MinInterior, y nombrar a Humberto de la Calle", dijo Trujillo.
En la crisis del 68, por su lado, el presidente Carlos Lleras Restrepo llegó a renunciar ante el Congreso después de no contar con el apoyo para sus reformas.
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