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San Pablo, un municipio con cerca de 25.000 habitantes, está siendo literalmente devorado por el río Magdalena. Esta situación se ha venido presentando en los últimos 10 años sin tener una respuesta concreta del Estado.
Esta semana, el río se llevó más de 3 metros de la orilla. La erosión sobre las barrancas se agudiza paulatinamente. “Ellos (Gobierno Nacional) no están dispuestos a declarar la urgencia para realizar trabajos de mitigación, porque no tendrían los argumentos frente a los entes de control, puesto que esta situación era predecible”, manifestó Luís Fernando Benítez, habitante de San Pablo. El municipio está ubicado a unos 50 Kilómetros al norte de la ciudad de Barrancabermeja. Esta jurisdicción, especialmente su puerto, se ha visto afectado por la erosión que causa la fuerza del agua del río.
“En los últimos años, se ha comido textualmente la orilla y, con ella, las 2 primeras carreras del municipio que quedan paralelas al río, de las 20 carreras que tiene el pueblo” agregó Benítez. El alcalde de San Pablo, Cristóbal Vanegas, manifestó haberse reunido en Cartagena con personal de la Presidencia de la República para socializar la problemática. También habló con representantes de la Corporación Autónoma Regional del Río Grande del Magdalena (Cormagdalena). Dicha organización fue convocada en Cartagena tras un concejo de regiones, con el fin de que siguieran contribuyendo en la elaboración del diagnóstico. Paulino Galindo, funcionario de Cormagdalena afirmó que “el problema son 6 o 7 manzanas, pero no se pueden recomendar acciones globales. Ya se han hecho cosas, pero no han funcionado. Hemos hecho cuatro estudios en los últimos 10 años, y a algunas manzanas de las calles hay que reubicarlas”. El alcalde Vanegas también dijo que “a nosotros nadie nos escucha. Vamos a enviar una comisión para Bogotá. Si no nos colabora el Estado, vamos a hacer una marcha a tomarnos la troncal del Magdalena”.
Agregó que el municipio le ha invertido, a lo largo de este año, $150 millones en solucionar este problema. “Esta situación no ha sido manejada con seriedad y no le han dado solución ni temporal ni definitiva. Cosa diferente se ha observado en los municipios cercanos a San Pablo, en Puerto Wilches y Cantagallo, donde anualmente se asignan presupuestos para sostener las obras de protección para prevenir los problemas” añadió Benítez. “Hemos aportado estudios, investigaciones y obras, pero la propuesta del municipio es dragar el río o desaparecer una isla y no les va a funcionar; eso es imposible y vale un coronal de plata. La solución está en que el propio municipio encuentre a alguien que se lo financie… O reubicar a los habitantes” concluyo el funcionario de Cormagdalena. Mientras que las autoridades encuentran una alternativa viable, quienes viven a la orilla del río siguen rezando para que los reubiquen antes de que suceda una tragedia.
Las opiniones
Eduardo Verano
Exgobernador del Atlántico
“Eso le ocurre a todas las poblaciones que están en zonas de inundación del río, hay que promover que Cormagdalena agilice las obras de protección”
Paulino Galindo
Funcionario Cormagdalena
“Hemos aportado estudios, investigaciones y obras, pero la propuesta del municipio es dragar el río o desaparecer una isla y no les va a funcionar”.
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