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La presidente ejecutiva de la agremiación Natalia Gutiérrez le pidió al Gobierno que tome acciones inmediatas, pues el problema del sector es por escasez y temas financieros
La presidente ejecutiva de Acolgen, Natalia Gutiérrez, le hizo un llamado de atención al Gobierno por la crisis energética que enfrenta el país. En el marco del congreso de Asoenergía, señaló que la situación es tan crítica que no hay margen de reserva ni para poner plantas en mantenimiento. Le solicitó al Estado que dejen las excusas y los discursos que los problemas son heredados, pues aunque los problemas vienen de hace años, las soluciones se necesitan ahora.
Gutiérrez dijo que el sector tiene mucha incertidumbre, y aunque hace unos días los privados se reunieron con el Gobierno, la realidad es que los diálogos no despejan los temores y riesgos que persisten en el sector energético.
“Nosotros llevamos casi 3 años diciéndole al Gobierno, ojo con los balances de energía, ojo con el gas, ojo con la opción tarifaria, ojo con el problema financiero de las empresas, ojo con las empresas que no están contratadas, que en la gran mayoría son públicas y el gobierno es el que las controla. Que nos hayamos sentado todos a hacer un comunicado no quiere decir que se haya superado la crisis, ni mucho menos, como se ha dicho en algunos, que queremos generar una sensación de incertidumbre, esa sensación la tenemos desde hace rato”, declaró Gutiérrez.
La presidente de Acolgen aseguró que en 2025 solo habrá margen de 1% en la reserva del sistema eléctrico, lo que deja prácticamente sin margen energético al país, ni para hacerle mantenimiento a las plantas, y que sería prácticamente una sentencia del déficit que enfrenta el país.
“Aquí hay empresas jugadas por hacer grandes inversiones. Calculamos de aquí a 2027 hay más de $9 billones de inversiones para poder atender la demanda. Pero necesitamos señales de política pública, señales regulatorias para poder hacer las inversiones. Este sector tiene una particularidad y es que nosotros no funcionamos como un contrato minero, ni como una concesión de petróleo, que tiene una concesión a cierto tiempo”.
Todo esto lleva al temor del apagón, y aunque se hacen todos los esfuerzos para evitar revivir lo que pasó hace 30 años, lo cierto es que Colombia está en una crítica situación, que dejaría serias consecuencias económicas.
Según Gutiérrez, una hora de apagón le costaría al país $250.000 millones por hora, y que derivaría en pérdidas que representen casi 1,5 puntos del PIB, que son alrededor de $24 billones.
“Yo creo que esto no es un tema de sacarse de las responsabilidades, pero yo hago un llamado, al Gobierno y es que hay que atender la coyuntura. La palabra heredado ya es tiempo pasado. Pero también tenemos que ser honestos con que hay una gran preocupación y que la tenemos que atender. Estamos de acuerdo con el discurso de transición energética, y estamos jugados con seguir haciendo inversiones en energías solares y óleas, pero son energías que no nos dan la confiabilidad que necesitamos”, concluyó Gutiérrez.
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