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Mazzucato es una de las economistas más influyentes del mundo. Le habla al oído a importantes líderes y políticos; Petro la tendría como asesora
La economista italiana Mariana Mazzucato es una de las más influyentes del mundo. Es catedrática de Economía de la Innovación y el Valor Público de la University College London (UCL) y fundadora, directora y profesora del Institute for Innovation and Public Purpose de la misma universidad. Con su trayectoria, expertos alrededor del mundo creen que es cuestión de tiempo para que gane el Premio Nobel de Economía.
Mazzucato se ha desempeñado como asesora de responsables políticos de todo el mundo y el Parlamento Europeo votó recientemente un texto suyo sobre investigación e innovación.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha dicho en reiteradas oportunidades que le gustaría que Mazzucato lo asesorara en temas de economía en su Gobierno, pero, ¿qué analizan los economistas y centros de pensamientos del país sobre sus ideas? LR consultó a varios expertos sobre las principales propuestas en temas claves que ha planteado la reputada economista.
Distribución del ingreso
Según explica Diego Fernando Gómez, fundador y director de la consultora y centro de pensamiento Ecsim, las ideas de Mazzucato están enfocadas hacia “la innovación, el empresarismo, los sistemas nacionales de innovación y fundamentalmente, cómo una nación logra crear valor; aprender, emprender e innovar”.
Dice que no está fijada hacia una posición de izquierda o de derecha, ya que se desliga de ambas. “Se distancia de la izquierda pues sabe el valor clave de las empresas y los empresarios. Y se distancia de la derecha, ya que asigna un rol clave al Estado en el proceso de transformación de las capacidades de una sociedad”.
Sobre la primera gran idea de Mazzucato de la distribución del ingreso, Gómez explica que lo clave en la propuesta es generar riqueza de manera incluyente. Para Mazzucato, la izquierda latinoamericana es perezosa y se ha equivocado en insistir en que debe distribuir cuando hay pocos ingresos.
Sobre este tema, Adrián Garlati, director de la carrera de Economía de la Universidad Javeriana asegura que no está mal la idea de crecimiento incluyente aunque dice que no es muy nueva, sino que se viene analizando desde entidades como el Banco Mundial, la ONU y el BID.
“Antes se creía que solo con el crecimiento los países iban a estar bien, pero lo que ha mostrado la evidencia no es solo crecer y entregar dinero a los estratos más pobres, sino que el crecimiento debe beneficiar, más o menos, a toda la sociedad”, dice Garlati.
También le da la razón en la idea de que la izquierda se concentró por mucho tiempo en redistribuir sin enfocarse en el crecimiento. “Las dos cosas son muy importantes, hay que crecer de forma incluyente, con tal que no se genere una desigualdad exagerada”, agrega.
En este aspecto, el profesor de Inalde Business School, Álvaro Moreno García, opina que en el caso estricto de Colombia, aunque los programas sociales son muy importantes, se debe ser muy inteligente para implementarlo. “Hay una realidad, en este momento tenemos muchos programas sociales, como consecuencia de la pandemia. Ya los teníamos desde antes, pero ahora tenemos más. Sé que hay unas necesidades enormes y uno quisiera poder hacer más, pero ahí es donde que hay que ser inteligente”, dice Moreno.
Por su parte, Hernándo Zuleta, profesor de economía de la Universidad de Los Andes analiza esta propuesta de Mazzucato desde la perspectiva del empleo. "Este punto es importante y muy relevante para Colombia. La informalidad laboral en el país es superior a 50% y eso explica tanto pobreza como desigualdad. La recomendación es bienvenida. Debemos tener un crecimiento incluyente en el sentido en que permita que las firmas o empresas formales absorban a más trabajadores para generar menor precariedad laboral, mayores ingresos, entre otros", dice Zuleta.
Estado Emprendedor
Otro tema clave que sustrae Diego Gómez de las ideas de Mazzucato es la propuesta de un nuevo rol para el Estado que va más allá de crear los convencionales sistemas de innovación. “Plantea un Estado inversionista y captador de rentas de innovación que él mismo ha creado al financiar la investigación básica”, dice Gómez.
Este punto se trató en un debate entre la directora de Econometría Consultores, Carolina Murgueitio y los economistas María Camila Arias, Julián Roa y Juan David Parra.
“Es cierto que si un Estado no invierte para la innovación, esta no se logra. En Colombia se invierte apenas 0,2% del PIB mientras que Corea, 4%. La cuestión es dónde se invierte. Si es en organizaciones del Estado, sería un contrasentido pretender disminuir burocracia como promete el nuevo gobierno de Petro”, concluye el debate entre los expertos.
También dicen que si la inversión se aplica solo en incubadoras, no podrían sobrevivir sin un mercado fortalecido y un sector privado fuerte. “Quizás un punto medio interesante sean las alianzas público-privadas que han mostrado ser exitosas”, aporta Econometría en el debate sobre Mazzucato.
La economista también plantea que las compañías deberían ser premiadas más por generar más innovación y menos por incrementar sus valores bursátiles. Murgueitio de Econometría dice que esta es una gran idea para mejorar la productividad de los países. “Sin embargo, Colombia se ha quedado corta hasta ahora en la medición de los buenos desempeños en innovación. Lo que importa no es estar haciendo R&D porque sí, sino que esa inversión empiece a rentar”.
Misiones
Mazzucato propone que los gobiernos se propongan ambiciosas metas misionales y que ayuden a transformar la economía agregando valor. Gómez de Ecsim dice que la manera como el Estado puede articularse con el sector privado es configurando “misiones” dirigidas a resolver problemas específicos.
Valor de las cosas
Este es uno de los aportes más importantes de Mazzucato a la economía. Juan David Parra, doctor en Estudios sobre el Desarrollo del Instituto Internacional de Estudios Sociales de la Erasmus University Rotterdam, rescata unas líneas del afamado libro de la economista “El valor de las cosas”. Parra dice que la autora hace “una lúcida defensa” del concepto de generación de valor colectivo, que debería ser leída y debatida por los interesados en la gestión pública.
El aparte que rescata es: “Y si el gobierno resultara ser productivo, como las empresas que son propiedad del Estado, nuestra manera de contabilizar el PIB no lo reconoce como producción pública (…) El gasto gubernamental se observa, simplemente, como un gasto y no como una inversión productiva”. Justamente, en el debate de Econometría se planteó este tema de la medición del PIB: “Es una filosofía política, una manera de hacer las cosas, y como tal, Colombia está lejos de poder ser el país que influencia este cambio de paradigma. Países con poder e influencia en el mundo son los que deben comenzar este cambio. Es importante contemplarlo en la hoja de ruta del país, pero tratar de implementarlo y ser la innovación en el mundo está fuera de nuestro alcance. No solos como país”.
Por su parte, Sergio Álvarez, economista y docente de la Universidad Nacional de Colombia entrega un detallado análisis sobre el concepto del valor de la riqueza que aporta Mazzucato: "A muchos de los economistas en Colombia, y quizás en el mundo, se nos olvida que antes de lanzar tecnicismos o herramientas prácticas aplicadas de la Economía (tanto en lo micro como en la macro) debemos volver a lo elemental de esta ciencia social, esto es, lo que para los economistas clásicos era, la Economía Política: aquellas leyes en donde se estudia la creación, circulación, distribución y reproducción de la riqueza, es decir, del valor económico. Así, como cita Mazzucato a Oscar Wilde, en su libro 'El valor de las cosas´', los economistas a veces "conocemos el precio de todo y el valor de nada”, porque en parte, reitero, se nos ha olvidado volver a lo básico, en saber que el valor y la riqueza creada en un país depende del trabajo y de la producción de nuevos bienes y servicios", explica Álvarez.
Minería y sector extractivo
Según el análisis de Diego Gómez, en este punto Mazzucato señala que deben ser los sectores sobre los cuales se debe reinvertir para construir capacidades. "Enfatiza en el rol que deben tener sus reinversiones en medio ambiente y sostenibilidad", dice Gómez.
Para el profesor de la Universidad Nacional, Sergio Álvarez, dice que este punto es desalentador dada la gran dependencia que se sigue teniendo de los hidrocarburos y los combustibles fósiles. En el caso de Colombia, Álvarez dice que "el llamado es a cambiar nuestra manera en cómo producimos energía para seguir sosteniendo nuestras economías y vivir, porqué no, en armonía con el medio ambiente. Dicha transición hacia el no uso de combustibles fósiles y usufructuar las energías limpias y renovables (i.e eólica, solar, hidrógeno azul, etc.) debe tener un papel importante, no solo los gobiernos, sino aquellas empresas que se han dedicado al extractivismo, pues deberían reinvertir parte de sus ganancias en activar el sector de I+D. ¿Cuál es el problema en Colombia? Que desafortunadamente no somos un país petrolero".
En este punto, la política petrolera de Mazzucato contradice la postura del presidente de Colombia, según el análisis de Hernándo Zuleta de la Universidad de Los Andes. "Contrasta con las propuestas de Petro de repudiar los combustibles fósiles. La sensación que da las recomendaciones de Mazzucato en que entran en conflicto con el programa del Gobierno".
Para Garlati de la Javeriana, este aspecto sobre las economías extractivas también se ha debatido desde hace bastante tiempo. Explica que se deben extraer los recursos, pero se debe procurar que sean reinvertidos en bienes de largo plazo. "En Colombia, esa es la idea detrás de las regalías para que sean reutilizadas en gastos de inversión como escuelas, hospitales, carreteras, entre otros. Es algo que viene de hace rato, está muy arraigado y el debate actual es tratar de garantizar que esos recursos sean bien gastados".
Sistema financiero
Mariana Mazzucato explica que “El problema bancario comenzó porque mientras el siglo XX avanzaba, el rol de los bancos de alimentar el desarrollo de la economía fue disminuyendo en teoría y en la práctica, mientras su éxito en generar ingresos y ganancias a través de operaciones pagadas por los hogares, las empresas y los gobiernos fue incrementando.”
Sobre este aspecto, Carolina Murgueitio advierte que "esto no necesariamente pasa porque los bancos tengan una misión per se utilitarista, sino porque la falta de regulación les ha permitido alejarse de su vocación inicial. Los bancos, como lo sugiere Mazzucato, pueden aportar mucho más a la creación de valor permitiendo más inversión en actividades verdaderamente productivas. No se trata de quebrarlos, sino de regularlos para que retomen a sus funciones originales, las que les permitían crear valor agregado verdaderamente.
Sergio Álvarez concuerda en que mientras hay actores en la economía que aportan y crean valor, hay otros que solo son extractores de rentas y se "jactan" de ser más productivos. "Considero un acierto, en especial como crítica a ese sector de las finanzas que solo buscan eso, extraer rentas sobre todo en el corto plazo (como los capitales golondrina), y no dejar sus frutos enfocados en el largo plazo".
Sin embargo, Álvarez aclara que no es todo el sistema financiero, ya que también puede funcionar como un aliado del gobierno para generar más desarrollo y crecimiento de una economía. "En Colombia se deben replantear muchas cosas en esta relación, pues es bien sabido que el margen de intermediación financiera es mucho más alto en comparación a otros países de la región e incluso de los desarrollados, factor también que es clave cuando se hable de la distribución de la riqueza.
Propuesta de impuestos
Mazzucato cree que el fin de los impuestos no debe ser la redistribución, sino la contribución necesaria para generar bienes públicos como educación, investigación e innovación.
El centro de pensamientos de Econometría dice que “el sistema tributario debe ser equitativo, pero no debe estrangular a las empresas que son el motor del crecimiento que pueden soportar a un estado emprendedor”.
Mientras que Adrián Garlati de la Universidad Javeriana plantea que la única crítica que haría es que “no es solo educación, investigación e innovación. Hay otras cosas como la seguridad, justicia que también deben verse”.
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