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Mientras el mercado estima que la inflación de julio llegará a 9,99%, solo a junio el IPC desagregado de los alimentos ha incrementado 16%
Hoy el Dane entrega el nuevo reporte del Índice de Precios al Consumidor (IPC) para julio. Desde los últimos días se viene hablando que el costo de vida de los colombianos podría llegar a 9,99% según estimaciones del mercado financiero.
Gran parte del “todo está caro” que se siente en diferentes sectores se ha visto reflejado en el precio de los alimentos. Solo entre enero y junio la inflación desagregada de esta categoría es de 16,03%, una de las divisiones que más aporta a la inflación general.
Por grupo de alimentos, el de las hortalizas de hoja es el que más ha sufrido. Los productores no han podido satisfacer la oferta debido a las fuertes lluvias que han superado los promedios históricos y que han hecho que la producción disminuya 40% respecto al año pasado según Álvaro Palacios, gerente de Asohofrucol.
“Seguimos con el exceso de lluvias, 15 de días de buen clima no alcanzan para preparar los terrenos”, aseguró.
Por ejemplo, la habichuela y el cilantro han llegado a precios jamás vistos. “Las hortalizas están caras, nunca había visto el cilantro a $100.000 el atado”, explicó Pedro Triviño coordinador de precios de Corabastos.
La habichuela, por otro lado, alcanzó ayer los $290.000 por 50 kilos, un precio muy por encima al que están acostumbrados en la central de abastos que no superaba los $150.000 y llegó a estar en $75.000 en abril.
“Ha mejorado el clima, pero de todas formas cultivos no hay, entonces, si llega a diario, pero se mantienen altos los precios”, aseguró Triviño.
Parece que, al igual que las proyecciones de los analistas sobre la inflación, los precios de los alimentos no van bajar, pues los productores sopesan la baja producción con el alza de precios. “No compensan, pero si han ayudado, igual seguimos en pérdidas”, añadió Palacios respecto a la necesidad de elevar el costo de los productos.
Las lluvias no son el único problema de los agricultores, el alza de insumos, provocada por la tasa de cambio alta, también es un factor determinante en los altos precios. Según el último reporte del Termómetro de precios de LR, el efecto del bajo abastecimiento tuvo como consecuencia el aumento en los precios de un día para otro del ajo rosado el atado de 5 kilos pasó de $55.000 a $60.000, de cebolla cabezona blanca el bulto de 50 kilos que costaba $120.000 pasó a $135.000, y la espinaca el atado de 10 kilos de $36.000 a $40.000.
El fríjol y el limón son otros productos que preocupan pues por día están subiendo entre $30.000 y $50.000, llegando a precios a los cuales los consumidores no están acostumbrados no solo en Corabastos.
Los analistas de precios ven que el fríjol verde, por ejemplo, el martes estaba en $190.000 y el miércoles llegó a $210.000 el bulto de 50 kilos; el limón común el bulto de 70 kilos para la misma fecha pasó de $100.000 hasta más de $150.000.
Los precios de estos alimentos siguen subiendo, pero ya alcanzaron topes este año que preocuparon y que podrían volver a tocar. Para mediados de junio y finales de julio productos como el cilantro o la espinaca llegaron a costar $100.000 y $90.000, con variaciones de 150% y 260%, las más altas del año.
Es evidente que el costo de vida está aumentando y cada vez se encontrarán las variaciones de precios en los alimentos más altas, llegando a valores no vistos. Por ahora, desde Corabastos, le recomiendan a los consumidores mantenerse informados sobre el vaivén de los costos en los productos. Triviño explicó que conviene comprar acelga, arveja verde, coliflor, zanahoria y papa, pues son los precios que tienen tendencia a la baja.
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