MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Colombia está entre los países que tiene tanto la deuda y como las emisiones de CO2 por encima de los niveles medianos en el mundo
Hace ya algún tiempo, Colombia viene ventilando la propuesta de pagar deuda externa con el avance en objetivos para combatir el cambio climático. El año pasado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Glasgow, países de todo el mundo incluyendo el nuestro, mencionaron el tema, y ayer de nuevo volvió a relucir en el primer discurso como presidente de la República de Gustavo Petro.
“Le propongo a la humanidad cambiar deuda externa por gastos internos para salvar y recuperar nuestras selvas, bosques y humedales”, dijo claramente el nuevo mandatario.
De esta manera debemos entender entonces de qué trata y cómo funciona el cambio de deuda por servicios ambientales y porqué para un país como Colombia sería importante implantar esta metodología.
De acuerdo con el documento ‘Con una ayudita de mis amigos: renegociación de deuda y cambio climático’, realizado por un grupo de investigadores de las universidades de Los Andes y del Rosario, Colombia está entre los países que tiene tanto la deuda y como las emisiones de CO2 por encima de los niveles medianos en el mundo.
La deuda externa de Colombia se acerca a los US$160.000 millones y supera 50% del producto interno bruto (PIB). Entre tanto, las emisiones del país superan las 84 millones de toneladas de CO2, frente a la mediana mundial de 20 millones de toneladas.
En este orden de ideas, el cambio de deuda por servicios ambientales se presenta como una oportunidad para que deudores y acreedores de esas deudas soberanas, exploren mecanismos alternativos para darle un aliento a sus economías, que con la situación actual global y después de la pandemia quedaron mucho más aporreadas de lo que ya estaban.
Estos mecanismos, como explica Juan Camilo Cárdenas, uno de los coautores del documento mencionado y en la actualidad profesor en la Universidad de Massachusetts, podrían incluir la creación de coaliciones de países que, a cambio de acciones climáticas orientadas a cumplir con los compromisos de emisiones planetarias, puedan redirigir o renegociar sus servicios de deuda actuales, abriendo un respiro y de paso financiar, por ejemplo, estrategias de transición energética o conservación y restauración de la naturaleza de en los países deudores con mayor potencial.
Y es que, al revisar datos, Cárdenas señaló que “Colombia tiene las condiciones para que sea ideal este tipo de negociación”.
De esta manera y como lo mencionó Gustavo Petro en el día de ayer, Colombia no transitará a una economía sin carbón y sin petróleo, pero poco se ayuda a la humanidad con ello, por lo que hoy más que nunca hablar de este mecanismo se vuelve importante.
“No somos nosotros los que emitimos los gases efecto invernadero. Son los ricos del mundo quienes lo hacen, acercando al ser humano a su extinción, pero nosotros si tenemos la mayor esponja de absorción de estos gases después de los océanos: La selva amazónica”, dijo Petro.
El mandatario recalcó entonces, la importancia de la ayuda del fondo mundial y dijo que los discursos no salvaran la selva amazónica.
“Podemos convertir a toda la población que hoy habita la amazonia colombiana en una población cuidadora de la selva, pero necesitamos los fondos del mundo para hacerlo. Si es tan difícil conseguir esos dineros que las tasas carbón y los fondos del clima pactados deberían otorgar para salvar algo tan esencial, entonces, le propongo a la humanidad cambiar deuda externa por gastos internos para salvar y recuperar nuestras selvas, bosques y humedales. Disminuyan la deuda externa y gastaremos el excedente en salvar la vida humana”, agregó.
El mecanismo propuesto entonces, quiere responder a la crisis fiscal y climática simultáneamente, en la medida que los países más vulnerables se encaminan hacía una nueva oportunidad de pago de duda o financiación, con la oportunidad existente de acceder a cerca de US$100.000 millones que los países más ricos donarán a partir del 2023 al resto de las naciones.
Pero, aún quedan muchas preguntas sin resolver sobre la mesa como, si esta acción es suficiente o en cuánto tiempo se espera se vea un cambio importante en este ámbito, o cuánto de estos ingresos se destinarán en países no pobres.
Porque es importante recordar que los canjes de deuda por acción en favor del ambiente ya se han hecho desde los años 80. El texto de los investigadores recuerda que una primera propuesta fue la de Thomas Lovejoy, del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), y una primera experiencia se registró en Bolivia en 1987 con una deuda con Citicorp por US$650.000.
Posteriormente ha habido otras operaciones, pero, en general, se trata de montos relativamente pequeños y los logros en materia ambiental no han sido tan significativos.
“Es una buena idea que se ha hecho en el pasado, pero tiene que venir de un acuerdo internacional que no afecte la credibilidad de la deuda del Estado colombiano”, comentó el exviceministro de Ambiente, Nicolás Galarza.
Finalmente, parece ser que este será un tema en el que el nuevo Gobierno trabajará incansablemente, dado la connotación que representa la alternativa así como la importancia que le ha dado el presidente a el tema ambiental del mundo y sobre todo de nuestro país.
“Si el FMI ayuda a cambiar deuda por acción concreta contra la crisis climática, tendremos una nueva economía próspera y una nueva vida para la humanidad. Colombia hará su énfasis internacional en alcanzar los acuerdos más ambiciosos posibles para frenar el cambio climático y defender la Paz mundial. No estamos con la guerra. Estamos con la Vida”, puntualizó Gustavo.
Greenpeace instó al Gobierno de Gustavo Petro a cumplir con las metas ambientales
La organización ambientalista Greenpeace destacó la importancia de que el nuevo Gobierno trabaje en los objetivos ambientales y su cumplimiento, "esperamos se trabaje en el cumplimiento de las metas para concretar un cambio real a favor del ambiente” recalcó Tatiana Céspedes, coordinadora de campañas de Greenpeace Colombia. Para Greenpeace es necesario avanzar, por ejemplo, en el manejo de la crisis climática, la cual ha dado como resultado inundaciones, incendios forestales, un aumento en la deforestación y mayor dependencia de los combustibles fósiles, lo que no solo afecta el ambiente sino también a las comunidades.
Durante la visita en seis meses, se trabajará de manera conjunta con las autoridades colombianas en la revisión de estos temas
De los 64 artículos del proyecto que se discute en la Plenaria 23 recibieron la aprobación de la corporación, en un solo día de discusión
Según la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, algunos servicios médicos y temas referentes a la vivienda se desligarán del ajuste de los sueldos