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En el año pasado los compromisos del país crecieron 1,13% versus 2021, impulsados por el sector público. Tasas frenaron interés
En macroeconomía, algunos de los conceptos básicos suelen quedarse en libros o en lugares comúnmente técnicos, pero aterrizarlos a un lenguaje común brinda una posibilidad para que cada vez más personas puedan conocer al respecto.
Uno de estos conceptos es el de la deuda externa, que no es más que los compromisos que adquiere un país o el sector privado del mismo a nivel internacional para financiar proyectos.
Para ejemplificar de forma sencilla, un país podría ser un hogar de cuatro personas, donde el PIB equivale al ingreso que cada uno de estos individuos recibe y suma en un conjunto. Siguiendo con este caso, la deuda externa serían los compromisos que esta familia tendría con acreedores. Esta se divide en deuda pública y privada, la primera es adquirida por el Estado con entidades internacionales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Interamericano de Desarrollo, mientras que la segunda ya es tomada por representantes del sector privado.
Con este escenario de fondo, es importante mencionar cómo cerró la deuda externa de Colombia en 2023. Según los datos publicados por el Banco de la República, la deuda externa del país alcanzó US$196.463 millones y representó 53,7% del PIB al final de 2023, ligeramente superior al 53,1% del año inmediatamente anterior.
Este incremento fue de 1,13% puntos porcentuales, toda vez que en 2022 la deuda externa representó 53,1% del PIB.
Los compromisos externos de Colombia en 2023 estuvieron segmentados por US$112.970 millones del sector público, repuntando a 30,9% del PIB. Mientras tanto, la deuda privada sumó US$83.390 millones a diciembre, lo cual equivale a 22,8% del PIB, un dato ligeramente inferior a 23,9% de noviembre de 2023.
Andrés Langebaek, director de estudios económicos de Grupo Bolívar aseguró que “las causas de que eso esté relativamente estable están relacionadas con el hecho de que el año pasado tuvimos en la parte privada, sobre todo, una disminución de la inversión total del 8,9%”.
El analista recordó que a nivel internacional las tasas de interés son altas y quien se endeude en dólares en el exterior “tiene que pagar sus compromisos a tasas altas y por lo tanto no hay mucho incentivo a, digamos, endeudarse”.
Mientras tanto, David Cubides, director de estudios económicos de Alianza Valores, puntualizó que estos valores están fijados en la tasa de cambio. “Entonces, en la medida que la tasa de cambio se vaya incrementando, al final ese nivel de deuda en el nominal puede ser un valor más alto como porcentaje del PIB”, explicó.
Ambos analistas coincidieron en que el hecho de que la deuda externa se mantenga estable como porcentaje del PIB no quiere decir que no haya aumento. De hecho, según los expertos, lo está haciendo a un nivel superior a lo que creció el PIB, que alcanzó una expansión de 0,6% en 2023.
Lo que suceda con las tasas de interés a nivel local y también internacional va a marcar el camino para el comportamiento de la deuda externa del país en 2024. Según David Cubides, director de estudios económicos de Alianza Valores, este es un factor que “podría incidir en la disposición que están las empresas y el Gobierno, pues, a tomar más financiamiento en el exterior”.
Mientras tanto, Andrés Langebaek, director de estudios económicos de Grupo Bolívar, puntualizó en que este año también jugará un papel importante cómo avance la inversión, además de los compromisos del Gobierno con el FMI.
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