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Las principales formas de robo reportadas en 2020 apelaban a la ingeniería social hacía los usuarios del sistema financiero
Entre 2019 y 2020 las denuncias por delitos informáticos aumentaron 70% según Asobancaria, un gran crecimiento que se dio con la migración de pago hacía las vías virtuales durante la pandemia.
Para hacerle frente al fraude se han desarrollado tecnologías como la biometría dactilar, pues según estima Certicámara, esto ha protegido más de 60 millones de transacciones; y ahora se avanza en el desarrollo de la biometría facial, proceso que “se basa en hacer un cotejo con una imagen viva, ‘Facial liveness detection’, del rostro contra las imágenes de las bases de datos de la Registraduría”, explicó Martha Moreno, presidente ejecutiva de Certicámara.
Pero a pesar de los esfuerzos del gremio bancario, las principales formas de robo reportadas en 2020 apelaban a la ingeniería social hacía los usuarios del sistema financiero, 38,52% era smishing y phishing, que significa robo de datos por SMS o por correo, respectivamente.
Luego está la estafa en pagos electrónicos, el software malicioso y el vishing, fraude a través de llamadas telefónicas o mensajes de voz. En estos casos, el delincuente pide hacer clic en un enlace que simula ser la página web del banco, en donde las claves quedarían en poder suyo, si la víctima cae.
Según el Panorama de Amenazas en América Latina’ de la empresa de ciberseguridad Kaspersky, Colombia es el quinto país de la región más afectado por el phishing, y se calcula que 42% de los colombianos no identifican la veracidad de un correo electrónico.
Por ello es pertinente que las personas tomen ciertas precauciones, y Karpersky da tips para no ser víctima de estas modalidades de delitos. En primer lugar recomiendan desconfiar de cualquier enlace de mensaje de texto o correo, para así no dar clics y no permitir el acceso a información como claves, pero si alcanzó a entrar a un portal por medio de un link, se debe revisar la url y asegurarse de que sea la página web oficial, y si hay sospecha de que es falsa, debe llamar directamente al banco y registrar lo ocurrido.
Para el caso de vishing o llamadas aconsejan no interactuar con el interlocutor, no entregar información, ni seguir indicaciones de menús automatizados, y para mayor prevención, instalar una app para identificar y bloquear llamadas.
Asobancaria con su campaña ‘Me suena a fraude’ también plantea hacer una pausa, porque los criminales buscan apresurar al usuario, y si responde llamadas, no contestar en “piloto automático” para cuidar los datos que da.
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