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De acuerdo con el ministro, la deuda compromete una parte de los recursos, dejando solo una fracción para destinar a inversión
En medio de la clausura del Congreso Colombiano de la Construcción de Camacol, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, alertó sobre la situación de la inversión en el país. Según Bonilla, el presupuesto destinado a la inversión es cada vez más limitado debido al creciente peso de la deuda pública y las vigencias futuras. Esta situación afecta el impulso a sectores como la construcción, que, según el ministro, dependieron en gran medida de la deuda durante los años de crecimiento acelerado post-pandemia.
"El crecimiento de la economía en 2021 y 2022 fue impulsado por la deuda. La diferencia es que ahora no tenemos ese instrumento y, en este momento, estamos pagando", afirmó Bonilla, destacando que el país ha visto un incremento en su deuda pública de 48% a 61% del Producto Interno Bruto, PIB, desde 2019. A pesar de este panorama, el ministro subrayó que el Gobierno está cumpliendo con los compromisos fiscales adquiridos, incluyendo los adquiridos con el Fondo Monetario Internacional, FMI, cuya naturaleza "es innegociable".
Ante la petición de Guillermo Herrera, presidente de Camacol, sobre la asignación de subsidios de vivienda, el jefe de cartera aclaró que “el pago de la deuda reduce los recursos disponibles para inversión, incluyendo el subsidio de vivienda".
Bonilla señaló que el margen para realizar nuevas inversiones es limitado. "Cualquier cosa que se haga con la reforma al Sistema General de Participaciones debe ser compatible con el pago de la deuda y con las vigencias futuras", explicó. De acuerdo con el ministro, la deuda compromete una parte significativa de los recursos del país, dejando solo una fracción para destinar a inversión. En palabras de Bonilla, "la inversión termina siendo marginal y, por más que todos pidan más recursos, el presupuesto de 2025 está sujeto a un ajuste necesario".
El ministro también hizo referencia a un recorte de $33 billones en el presupuesto nacional, con el fin de asegurar la sostenibilidad fiscal del país. "Es un ajuste doloroso, pero necesario", señaló, mientras destacaba que las metas inflacionarias se están cumpliendo, con una previsión de cierre del año en 5%, una cifra que, aunque inferior a las expectativas iniciales, muestra avances en el control de los precios.
Bonilla detalló varios proyectos que ya están comprometidos en vigencias futuras, tales como la construcción de la segunda línea del metro de Bogotá, el Corredor Vial Bucaramanga-Pamplona-Cúcuta, y varios proyectos de infraestructura vial en todo el país. Estos proyectos, en su mayoría obras civiles, absorben una gran parte de los recursos disponibles, limitando el espacio para nuevas inversiones.
"Hoy, la inversión está comprometida en proyectos que son vitales para el país, pero eso también limita nuestra capacidad para apalancar nuevos recursos", apuntó Bonilla, quien destacó que la prioridad es mantener el equilibrio fiscal para evitar un descenso en la calificación crediticia del país.
A pesar de la difícil situación fiscal, Bonilla mostró optimismo al resaltar el papel del sector privado en la reactivación económica. Mencionó el "Pacto por el Crédito", una iniciativa en la que participa la banca comercial junto con la banca pública, dirigida a apoyar sectores estratégicos como la vivienda, infraestructura, manufactura y agropecuaria. Según el ministro, estos sectores han experimentado un crecimiento de 26% en comparación con 12% de otros sectores.
"El sector privado es fundamental para reactivar la economía. Sin su participación, no podemos hablar de crecimiento sostenido", destacó Bonilla, y señaló que, a pesar de la complejidad de la situación fiscal, se ha logrado un consenso entre los sectores público y privado para avanzar en la recuperación económica.
En relación a la polémica reforma agraria, Bonilla aclaró que el Gobierno no tiene como objetivo la estatización de tierras ni la expropiación de empresas. "No hemos expropiado ni se expropiará nada. Lo que estamos haciendo es una mini reforma agraria, comprando tierras a precios de mercado", indicó.
Finalmente, el ministro subrayó la necesidad de diversificar la economía, especialmente tras la caída de los precios del petróleo y la reducción de la inversión en hidrocarburos. "El país necesita una transición hacia otros sectores productivos para asegurar una inversión más sostenible a largo plazo", concluyó Bonilla.
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