“Buena parte del consumo local de café, cerca de 2 millones de sacos, es importado”

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El café, uno del los bienes del agro que más se producen y exporta, ha enfrentado temporadas de lluvias que han perjudicado a los recolectores y a su producción; sin embargo, el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez, explica que esta reducción no ha afectado las exportaciones.

La producción del café viene cayendo durante todo el año, ¿A qué razones se le atribuye esta disminución?

Las zonas cafeteras han venido experimentando ya por más de 26 meses seguidos niveles de lluvia mensuales que superan ampliamente lo que ha sido el promedio histórico de cada mes, es decir, llevamos más de dos años de invierno y esto ha hecho que los cafetales no hayan podido florecer en toda su potencia y que la producción esté disminuida de cuenta de una menor actividad de las plantas de café.

La exportación de café, sin embargo, aumentaron 1%. a corte de abril de 2022 respecto al mismo periodo de 2021. ¿A qué se debe esto?

Lo que pasa es que cuanta pepita se recolecta se va para la exportación, hay muy poco que se queda para el consumo interno. Si uno revisa las cifras de consumo interno la gran mayoría del consumo local de Colombia se está haciendo con café importado.

¿Por qué importamos tanto café?

Importamos mucho café porque cada pepa que se produce en Colombia se va para exportaciones. El consumo local, que es más o menos de 2,2 millones sacos, muy buena parte se cubre con importaciones de café de Perú, del Brasil, de Ecuador, de Honduras y ahora de Vietnam. Se exporta aproximadamente entre 90% y 95%.

¿Y no es contraproducente que importemos tanto café, no podríamos ser autosuficientes en la relación producción - consumo interno?

Uno si podría reducir las exportaciones, si y solo sí un comprador local estuviera dispuesto a pagar lo mismo que paga un consumidor extranjero por el café. Una libra de café colombiano en el mercado internacional vale a pesos colombianos $30.000 o $40.000, mientras que los consumidores locales están acostumbrados a pagar $12.000 la libra.

¿Cómo está la demanda internacional de café?

La hemos visto fuerte todavía y la manera de medirle el pulso a la demanda es mirado la diferencia de precio que paga la industria por el café colombiano con relación a otros cafés similares que son los que se cotizan en la Bolsa de Nueva York, tradicionalmente el café colombiano tenía cuatro o seis centavos de diferencial, es decir, de prima, y hoy esa prima está al orden de 65 centavos. Entonces, hay un aumento del segmento de cafés especiales y el hecho de que el covid trajo como consecuencia que el mismo consumidor haya buscado cafés de mejor calidad, han tenido en alza la demanda de café colombiano internacionalmente.

¿Cuánto se obtuvo en ingresos en el año 2021?

En el 2021 cerramos con US$3.600 millones en exportaciones y yo creería que si las cosas continúan al ritmo que van podríamos estar en una cifra parecida o un poco más alta para 2022.

Se registra una baja en el número de recolectores, ¿a qué se debe?

Tenemos una cosecha más pequeña, Colombia venía recolectando cosechas de 14 o 14, 5 millones de sacos y este año si llegamos a 12 millones de sacos nos tenemos que dar por bien servidos, entonces con esos niveles de cosechas se necesitan menos personas. Hemos visto estrechez en algunas partes, sobre todo en el centro del país, pero nada complicado. También tenemos una gran cantidad de venezolanos, no sabemos a ciencia cierta cuántos, pero hay varios.

Los recortes en la oferta han hecho que el café suba su precio interno. ¿Esto es bueno para el sector?

Sí, es muy bueno. El año pasado terminamos con una cosecha de $10,6 billones y este año esperamos llegar a los $12 billones.