Calidad, horario y confianza fijan precio de la comida

Desde el momento en el que ingresan las toneladas de frutas, verduras, tubérculos, carne, granos y otros productos comienza la puja por los precios en donde participan los diferentes agentes de la cadena como son los productores, comerciantes y consumidores.

Pero, ¿cómo se forman cada uno de estos precios que usted termina pagando?
Las reglas en el mercado siempre se rigen por la oferta y la demanda, es decir, que tanto pueden ofrecer los productores y comerciantes de un producto, y que tanto están dispuestos a comprar los consumidores. 

Pedro Triviño, coordinador de precios de Corabastos, dijo que “todo comienza con la cosecha del productor, que llega a manos del comerciante, quien por su experiencia se da cuenta cuantas toneladas han ingresado en la mañana de ese producto, y con ese volumen de ingreso se pacta el precio”.

Sin embargo, la economía de las plazas de mercado no solo se queda en los principios de la oferta y la demanda, pues de acuerdo con los expertos hay tres factores que aportan a la fijación de precios de los alimentos que consumimos: la calidad, el horario y la confianza.

En términos de calidad la discusión sobra. Los consumidores siempre buscan los mejores productos y están dispuestos a pagar más por ellos, teniendo en cuenta que no estén madurados o registren defectos. 

Carlos Quijano, productor de papa en los alrededores de Zipaquirá, afirmó que “todo el sector está acogiendo un sistema de buenas prácticas, en donde le estamos apostando a empacar adecuadamente y cosechar de tal manera que podamos evitar una maduración rápida”.

En cuanto al horario, el productor o comerciante debe llegar a la plaza entre 11:00 p.m. y 11:30 p.m. para ofrecer los productos, con el fin de que los compradores mayoristas puedan proveer a las grandes superficies o tiendas de barrio en la madrugada es decir llegar antes de las 5:00 a.m. 

Es importante tener en cuenta que los productores y comerciantes que no están en este rango de horario, aplazan sus ventas hasta el día siguiente, lo cual generaría disminución de calidad, y por lo tanto de precio.

Mientras que el factor de confianza se labra con el pasar de los días, y es un relación directa entre el productor y el comerciante. Luis Forero, negociante de Corabastos, aseguró que “hay algunos productores que se ganan la confianza por la calidad de sus productos, entonces existe la disponibilidad de pagar un precio parecido al que le ofrecen a uno el producto”. Así, cada día los alimentos cambian de precio como lo haría cualquier acción en Wall Street.

Las opiniones

Pedro Triviño
Coordinador de precios de Corabastos
“Hay otros factores incidentales que pueden afectar, como el clima o un derrumbe que no deje pasar los camiones con alimentos”.

Carlos Quijano
Productor de papa en Cundinamarca
“La discusión siempre ha estado en los precios que se pagan al productor y las ganancias que tienen los comerciantes”.