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La ponencia positiva ya fue aprobada y con esto arranca la discusión del articulado en pleno, aunque hubo bancadas que abandonaron la Plenaria
En el primer día de sesiones extras en la Cámara de Representantes, se dio el trámite formal de la discusión de la reforma a la salud, pero a pesar que comenzaron sobre las 10 de la mañana, tras casi 12 horas, no se debatió ni un solo artículo, y la jornada se tuvo que interrumpir ya que los ánimos entre los parlamentarios se caldearon, a tal punto que se acabó con el debate.
Desde la bancada opositora se propuso aplazar el debate, hundirlo, incluso se solicitó que se discutieran en subcomisiones las más de 500 proposiciones que buscan eliminar o ajustar algunos de los artículos.
Pese a que el debate arrancaba a las 10 de la mañana, no fue sino hasta las 11:00 a.m que se comenzó con el trámite, ya que no estaban los parlamentarios necesarios para iniciar el trámite. Se llamó a lista y una vez que se consolidó el quórum, arrancaron las votaciones por los impedimentos, que en total fueron 121.
Durante casi toda la tarde se votaron esos impedimentos y algunas otras proposiciones de aplazamiento, que buscaban dilatar el trámite, hasta que se sometió a votación la proposición de archivo.
Con 51 votos por el Sí y 87 por el no, la Plenaria negó el archivo de la reforma a la salud, por lo que se procedió con la discusión de la proposición positiva, lo que generó mucho malestar entre los representantes de la oposición.
Una de las bancadas que se retiró fue Cambio Radical, que denunció falta de garantías para continuar con el debate.
“Negaron la posibilidad, con nuestros argumentos, de archivar la reforma, de aplazar el debate para febrero, para dar una discusión pausada y responsable en las sesiones ordinarias. Y también negaron la posibilidad de armar una subcomisión, de conformar una subcomisión que permitiera el estudio de más de 500 proposiciones. Pues aquí no tiene sentido estar presente en un debate que ya está cocinado, ya tienen los votos para avanzar”, denunció la representante a la Cámara, Carolina Arbeláez.
Otros parlamentarios, que a pesar de no estar de acuerdo se quedaron en la sesión, aseguran que el proyecto no soluciona el problema real del sistema, y que la demora la terminarán pagando los colombianos con su vida.
“El desastre de la reforma a la salud lamentablemente lo veremos en número de muertos. El shu shu shu inició con los maestros, siguió con los pacientes de cáncer, esclerosis múltiple y otras enfermedades graves. Ya vienen por los 55 millones de colombianos”, posteó la representante Katherine Miranda.
En contraste, los congresistas oficialistas aseguran que esas solo son tretas para aplazar la discusión, y ahora que se les está acabando el tiempo de debate denuncian falta de garantías.
“Es muy triste que cada vez que cada vez que se evidencia la violencia política contra las mujeres sale una que otra, sobre todo bien oprimida dentro de su partido a decir que no pasa nada. Cuando fui ponente de la reforma laboral fui objeto del mismo saboteo, y me entorpecieron el trámite. El trabajo de todos se debe respetar y acá sí hay violencia política contra las mujeres”, señaló María Fernanda Carrascal, congresista del Pacto Histórico
Con la aprobación de la ponencia positiva al trámite solo le queda la discusión de la reforma, el tema es que les quedan casi dos días para el debate de los 58 artículos y las más de 500 proposiciones.
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