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El escándalo de corrupción estalló en 2010: el desfalco a las obras de Transmilenio y el robo de otras obras le costó al Estado $2,2 billones
En 2010, el carrusel de la contratación sacudió a la capital del país por la malversación de recursos públicos que estaban destinados para obras de infraestructura en Bogotá. A principios de la década pasada se descubrió que funcionarios, entre ellos el exalcalde de Bogotá Samuel Moreno, y empresarios estaban envueltos en en el escándalo de corrupción.
La primera alarma sobre el desfalco sonó cuando la construcción de Transmilenio por la calle 26 quedó paralizada. La investigación arrojó que la administración misma entregó a cambio de coimas contratos millonarios destinados para las obras . El Grupo Nule fue encontrado culpable, pues poseían 70% de la construcción de la troncal de Transmilenio de la calle 26. Hubo cambios en los diseños, sobrecostos y retrasos.
La Contraloría General de la República aseguró a mediados de 2016 que el desfalco contra la obra de Transmilenio le costó a la administración de Bogotá alrededor de $175.000 millones y las personas culpables de la malversación fueron condenadas a pagar el monto. El exalcalde Samuel Moreno, exfuncionarios del IDU y los Nule debían responder por los sobrecostos de la obra.
"La cuantía total de este fallo con responsabilidad fiscal asciende a la suma de $175.000 millones y la decisión cobija también a los contratistas que decidieron modificar el contrato en cuanto a su precio y alcance, a través de adiciones al valor global y exclusión de obras", dijo la entidad en su momento.
La tierra removida, las estructuras de cemento inconclusas y los conos naranjas en la calle 26 fueron, sin duda, un ícono visual del entramado de corrupción que sacudió a la capital. El Metro de Bogotá se atrasó 10 años debido al desfalco y hasta 2020 se empezó a hablar de la construcción de la obra. Pero el carrusel de la contratación iba más allá de la capital. La doble calzada Bogotá-Girardot, adjudicada al Grupo Nule, también entró en parálisis. Además, hubo incumplimiento de 50 contratos de obras por toda Colombia.
Con estos antecedentes, el Estado tuvo un desfalco de $2,2 billones de sus arcas a causa de uno de los escándalos de corrupción más graves de la historia del país.
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