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La directora del Dane, Piedad Urdinola, se refirió al censo económico que se realizará a negocios de calle o vendedores ambulantes
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, realizará este año el Censo Económico Urbano en el que medirá los negocios de todas las ciudades del país, incluyendo, a la economía popular.
La directora de la entidad, Piedad Urdinola, habló sobre los detalles de este proyecto y las demás actividades que tiene para este año.
Este censo es muy importante porque el país no tenía uno desde 1990. Son más de tres décadas sin tener la misma información del tejido empresarial colombiano.
Los censos económicos buscan eso, los ingresos, egresos, gastos y toda la información de las personas que trabajan en las empresas para conocer el tejido, pero este censo en particular va a tener varias innovaciones que son muy importantes.
No solamente tendremos el gran empresariado, que fue como tradicionalmente se hizo en el país, sino que también la información de economía popular. Tenemos incluso la medición de vendedores de calle y los vendedores ambulantes. Esta va a ser la primera vez que se hace, es algo innovador no solamente para el país sino para toda la región.
Otra innovación muy importante es que tendremos el componente étnico racial de los dueños de todos estos negocios en el país. Esto solo se ha hecho en otro censo en el mundo, que fue en Estados Unidos.
De la informalidad y de la formalidad, el gran avance que tenemos es que busca tener una medida comprensiva de todos los negocios del país.
Este censo ya trae la tecnología del siglo XXI. Es el primero que hacemos en este siglo. Entonces vamos a tener tres formas de capturas, de auto llenado en la web para las grandes empresas que tienen la capacidad de hacerlo; otra forma será ese barrido, hay que hacer un conteo que sale en un par de meses y el barrido sale en el segundo semestre de este año.
Y la tercera forma son los registros administrativos, que son fuentes que están llenando las empresas, en particular las del Gobierno, donde podemos tener un acceso más rápido. Así tendremos el cruce de información de las bases de datos.
Vamos a tener 3.000 recolectores de campo, ayudándonos ya desde este primer semestre y el grueso, otros 8.000, vamos a tenerlos en el segundo semestre.
Necesitamos más manos, no solamente nuestros trabajadores que nos ayudan a hacer la recolección en campo, necesitamos también ingenieros, personas que estén manejando las bases de datos, en difusión, en las capacitaciones mismas para todos estos encuestadores.
Ya hemos abierto tres convocatorias y tenemos muchos perfiles. Un censo es el operativo más grande que cualquier oficina de estadísticas puede enfrentar y por eso requiere de un ejército de personas.
El costo total que va a tener este censo se aproxima a los $240.000 millones. Pero los censos tienen etapas, tuvimos unas prefases que duraron cuatro años.
Desde 2020 se viene preparando en el Dane para hacer este censo, este proceso tuvo su presupuesto. Luego viene la fase post censal con el cruce de la información y cruce de las cifras definitivas.
El próximo año tendremos los resultados definitivos, pero los datos preliminares lo haremos público a partir de diciembre.
El año pasado, en octubre, aprobamos la ley 2335, que en la casa la llamamos la Ley de Estadísticas porque nos ayuda a regir todo lo que sucede en el sector, allí quedaron condensados los ciclos censales.
Por los lineamientos de Naciones Unidas, se debe hacer uno por década. Para acogernos a esas recomendaciones esperamos que el próximo se haga en 2030.
Esta es una preocupación mundial. Esta es una transición demográfica y Colombia no es ajena a ella. Cada vez hay una caída mayor en los nacimientos en el país. Esta es una consecuencia de esa transición. Eso lo sabíamos, pero se ha acelerado después de la pandemia.
La caída en la fecundidad se aceleró después de la pandemia. Los demógrafos y expertos en temas de población esperaban que esto fuera más suave, pero hemos visto una caída mucho más prominente. En diciembre, reportamos las cifras de lo que sucedía en el tercer trimestre de 2023 y vimos que ya tenemos nacimientos por debajo de los 700.000, lo que fue una caída importante.
En este momento, Colombia sigue siendo un país joven. Cuando se mira la población, tiene forma de diamante y la parte más ancha sigue estando en las poblaciones jóvenes, pero se está angostando y cada vez hay menos nacimientos. Esto implica que se va a acelerar el envejecimiento, con implicaciones en ingresos, consumo y pensiones.
Los pocos niños que están naciendo hoy, cuando entren al mercado laboral en 20 años, van a ser menos, por lo que la pirámide se va a volver inversa.
Lo que se puede esperar de los efectos de esos nacimientos es que, si no hay una política de inmigración o alguna que alimente esas edades de la población, va a ser más delgada la cifra de personas en edades laborales.
El sistema de estratificación ha tenido muchos problemas y muchas críticas en el país.
En realidad, si se miran las cifras, la estratificación en Colombia ha sido posible en algunos hogares, en algunas ciudades del país, y prácticamente en ningún sitio rural.
Algo que fue implementado hace 30 años y ha tenido solamente una actualización, creo que es algo para replantearse y así nos lo ha hecho saber Planeación Nacional.
En las encuestas socioeconómicas, nosotros acopiamos la información del estrato, el nuevo sistema tendrá que preguntar, tenemos que esperar a ver cómo estará diseñado, pero Planeación aprovechará los registros administrativos y creará una gran base de datos en las que compartiremos esta información con Planeación Nacional y no tendríamos que preguntarles a los hogares.
Lo tendrá que decir el Departamento Nacional de Planeación. El tema se sale del resorte del Dane, pero con este análisis, podemos observar que ya lleva mucho tiempo estancado, no ha funcionado de manera universal y tiene bastantes falencias que se deben empezar a revisar.
La directora del Dane, Piedad Urdinola, es economista de la Universidad de Los Andes y magíster en economía de la misma institución. Además es magíster y doctora en demografía y estudios de población de la Universidad de California. Se ha desempeñado como investigadora de Fedesarrollo, donde dirigió la primera encuesta longitudinal de hogares en Colombia, Encuesta Social 2004-2005.
Fue codirectora del Latin American Human Mortality Database, directora del Observatorio Demográfico y Epidemiológico del Área Andina, Odean, y cofundadora de la Base de Mortalidad Humana de América Latina.
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