Colombia avanza en competitividad, pero aún persisten varios retos

Colombia avanza en materia de competitividad, pese a que aún existen grandes desafíos. Esa podría ser una de las conclusiones del más reciente informe del Informe Nacional de Competitividad 2019-2020, en el que se destaca que las buenas políticas públicas que se han implementado han generado mayor productividad y desarrollo de país.

Esta edición del informe, la decimotercera desde que se creó el Consejo en 2007, coincide con los avances de Colombia en los principales indicadores internacionales de competitividad.

Bajo esta línea, muestra, por ejemplo, que en el Índice Global de Competitividad del Foro Económico Mundial (WEF), este año el país avanzó en 10 de los 12 “pilares de competitividad” asociados con la productividad, escaló tres posiciones en el escalafón y se ubicó 57 entre 141 economías y cuarto en América Latina.

A esto se suma que en el indicador del Instituto Suizo para el Desarrollo de la Gerencia (“IMD”) se observaron mejores puntajes en los cuatro “factores de competitividad”, lo que permitió subir seis puestos en el ranking, para ubicarse 52 entre 63 países y tercero en América Latina.

“Tras una década de estancamiento en los principales indicadores de competitividad, y de caídas en los últimos años, en 2019 se observaron mejoras en los puntajes de los índices del WEF, el IMD y el Doing Business, y el país escaló posiciones en el ranking de los dos primeros”, explicó Rosario Córdoba, presidente del Consejo Privado de Competitividad (CPC).

En el más reciente informe, el Consejo Privado de Competitividad advierte que "los buenos resultados en 2019 se explican en parte por buenas políticas públicas que Colombia ha implementado en los últimos años". En este balance, añade el documento, se destacan la estabilidad macroeconómica y resiliencia de la economía, la mayor y mejor conectividad vial, la modernización del sector energético, las mayores coberturas en educación y salud, y la reducción de la informalidad laboral.

De acuerdo con el CPC, esas y otras políticas públicas acertadas se han reflejado en aumentos del 59 % en el ingreso por habitante y en la reducción de la pobreza del 50 % al 27 % en lo corrido de este siglo.

Pese a que el panorama es bueno, Córdoba hizo un llamado a que se trabajen en siete problemas estructurales de los cuales el país ha sido espectador. “Ignorar estos intolerables es no resolver el problema estructural del crecimiento: la productividad, que es el factor más importante del ingreso y del crecimiento de largo plazo, fundamentales para aumentar el bienestar”, afirmó la ejecutiva.

Entre las conclusiones, el informe destacó que se debe priorizar algunas acciones, enfocadas en las fuentes de crecimiento de la productividad como desafío estructural para el desarrollo. Entre las recomendaciones que dio se habló de una reformar el Código Sustantivo del Trabajo para superar su obsolescencia normativa y flexibilizar el mercado laboral, en la implementación de mecanismos de evaluación docente que promuevan el mejoramiento continuo de su desempeño en aula y en el avanzar en el diseño e implementación de una reforma pensional estructural.

A estos se sumó el componente de infraestructura, en el que se recomendó avanzar en el diseño e implementación de un programa integral de vías terciarias.